Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

25 Feb, 2015

La revolución Klings

Oscar Rodríguez, aguerrido CEO de Avantel de 2001 a 2007, veterano de 24 años en IBM y director de varias compañías, se encuentra al frente de una revolución que parte del supuesto de poner el mundo de la publicidad al revés a través de una app. Muchos de los nuevos emprendimientos o compañías que prometen revolucionar tal o cual industria plantean que su modelo de negocio encuentre el punto de equilibrio entre inversión y rentabilidad en un futuro lejano y poco definido, lo cual está muy bien siempre y cuando tengan amplios fondos lo cual en México es un verdadero reto por eso resulta tan interesante un esquema como el planteado por Rodríguez que se encuentra en un camino rápido hacia la rentabilidad.

Pagarle al consumidor
por publicidad

Uno de los dolores de cabeza para las compañías es cómo lograr publicitar sus marcas en la era digital en donde el consumidor tiene varias pantallas para evadir la propaganda más básica y ha desarrollado insensibilidad ante los sitios que utilizan trampas atrapa clics que tienen poca eficacia y corren el riesgo de generar animadversión hacia la marca. La propuesta de Oscar Rodríguez se llama Klings y es una aplicación gratuita para teléfonos inteligentes y usuarios aburridos que en los tiempos muertos sean proclives a jugar con sus teléfonos celulares juegos simples al estilo Flappy Birds o Mario Bros. Los juegos tienen integradas a las marcas y cada vez que se usan se obtienen monedas virtuales que sirven para pagar servicios como el recibo de la luz o el teléfono o productos como cámaras de video entre otros
aparatos.

Potencial presente

Desde que la aplicación fue presentada hace cinco semanas ha tenido un rápido crecimiento y ya comienza a obtener ingresos de las compañías que encuentran una propuesta de valor intrínseca en la app. A diferencia de los banners que se despliegan en internet o que se convierten en trampas atrapa clics Klings tiene mayor eficacia con los consumidores que obtienen un beneficio tangible a través de la interacción con las marcas. Empresas como Alsea a través de Domino’s, Converse o incluso la marca de preservativos Sico ya se encuentran presentes en la aplicación. Otras compañías como Bacardí, que tienen fuertes restricciones en su publicidad encuentran un espacio interesante en el que existen buenos mecanismos para segmentar a su consumidor y de esta forma evitar el riesgo de publicitarse entre menores de edad. El esquema planteado implica una revolución que no ha aparecido todavía en el mapa global y que no tardará en ser adoptada e incluso replicada en todo el orbe. No obstante, el que llega primero tiene una ventaja que suele ser insuperable salvo que haya una mala ejecución, lo que no parece probable. 

México se asoma
al siglo XXI

El valor agregado para una economía en el siglo XXI consiste en la generación de modelos de negocios innovadores utilizando internet como una herramienta esencial para generar valor; es casi un cliché hablar de Facebook. Cliché o no tiene un valor de capitalización de mercado de 220 mil millones de dólares, casos más recientes son los de Snapchat o Whatsapp o para citar un ejemplo no estadunidense está Waze de Israel. México da muestras de estar arribando a este siglo con propuestas como la de Klings o Kubo Financiero, MyCoffeBox, entre algunas otras que plantean modelos de negocios creativos y diferenciados.

El reto del financiamiento

Actualmente es posible que muchas buenas ideas se conviertan en emprendimientos en su etapa inicial a través de la obtención de capital semilla y en las primeras etapas de crecimiento en lo que se conoce como serie A, sin embargo, el reto en México consiste en que los emprendedores encuentren capital para las etapas posteriores de crecimiento cuando ya son rentables pero necesitan capital serie B para alcanzar una mayor escala. En la medida en que se vaya nutriendo el ecosistema de fondos para etapas posteriores más allá del capital semilla podremos observar en México el surgimiento de empresas disruptivas que tengan la capacidad de transformar industrias.

Ejecutar y sofisticarse

El reto de los emprendedores mexicanos va más allá de pensar fuera de la caja y consiste en ejecutar, ejecutar y ejecutar al tiempo que deben sofisticar sus propuestas para que encuentren eco entre los posibles inversionistas que buscan ideas que sean escalables. Otro reto formidable para dichos emprendedores es que encuentren la mentoría para aprender a administrar el crecimiento de sus compañías para llevarlas al siguiente nivel a través de una profesionalización en su gestión. México se encuentra en el inicio de ese camino aunque algunas historias como la de Klings se asoman de manera interesante y disruptiva.

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