Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

10 Mar, 2015

¿Quién sigue? ¿Cuál gobernador del PRI será el afortunado? Hay varios prospectos

Las campañas que recién comenzaron nos entregaron ya la primera víctima ­—al margen del resultado que tenga la nota publicada hace unos cuantos días por The Wall Street Journal, acerca de la corrupción prevaleciente en el gobierno del estado de Sonora— a la cual, no sería extraño, se uniría en los días siguientes algún colega del gobernador Padrés pero, eso sí, de filiación política diferente.

De acuerdo con la nota, uno de los hermanos del actual gobernador sonorense y un sedicente empresario han sido señalados de ser cómplices en un esquema diseñado y puesto en práctica para obtener millones de dólares mediante la conocida relación soborno-cohecho los cuales, para evitar su detección, fueron depositados en cuentas bancarias en el extranjero.

Sin embargo, para cualquier sonorense medianamente informado y por encima del revuelo que la nota pudo haber causado en el centro del país, lo  señalado ahí, nada nuevo les dice; la corrupción en Sonora, practicada desde el aparato gubernamental, ha sido desde hace seis años, the name of the game.

Este deporte extremo es, prácticamente sin excepción, el favorito de los altos cuadros de la administración actual, y de no pocos de sus familiares. También, dado lo visto en Sonora estos últimos seis años, las cantidades mencionadas en la nota son, para decirlo claro, minucias.

Sin embargo, al margen de la suerte que pudiere correr y el uso que se diere a lo publicado, en Sonora se habla ya de una negociación entre el aún gobernador y las altas esferas, para entregar la cabeza del candidato panista, Javier Gándara y la gubernatura misma al partido opositor, el PRI. El objetivo a alcanzar por Padrés sería, sin duda, asegurar la obligada y muy necesaria impunidad, para él y su familia.

Un detalle curioso, que fortalece el rumor que corre en Sonora en relación con esa negociación y su objetivo, es la derrota mediática sufrida por el PRI que no pudo, no supo o no quiso utilizar lo señalado para exigir una investigación que conduciría, inevitablemente, a fincar responsabilidades penales al hermano del gobernador y su cómplice, un sedicente empresario.

Al margen de estos mitotes —normales en Sonora— los cuales, dada la carencia de cultura democrática y responsabilidad cívica de los ciudadanos, no van más allá del desahogo mediante el rumor y la maledicencia, hay un elemento que no puede ni debe dejarse de lado.

Hace unos meses vimos cómo fue sacrificado en el altar de la moral republicana un gobernador del PRD y parte de su equipo de saqueadores del erario guerrerense y ahora, con la nota citada, que no se sabe si fue una bien orquestada filtración, se exhibe a uno del PAN y a parte de su familia. ¿Ahí quedarán las cosas o seguirán las sorpresas?  Desconozco la respuesta pero, la pregunta es obligada. El respetable, dicen unos, quiere conocer el nombre del gobernador priista que sigue y para completar la cuarteta, ¿por qué no agregar el del Verde?

¿Usted qué piensa? ¿En verdad sigue uno del PRI, y luego el del Verde? ¿Por qué no? Cuando se trata de recuperar la confianza, no lo olvide, todo es posible, incluso soñar. Además, aquí todos los políticos son útiles para concretar aquel objetivo.

¿Y si todo quedare en fuegos de artificio?

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