¿Qué le pesa al peso?

Durante décadas, las generaciones que hemos crecido en crisis políticas, sociales y económicas nos hemos vuelto expertos en especular sobre el valor del peso contra el dólar y aparejar la fortaleza de nuestra economía con el tipo de cambio. Décadas de experiencia que culminaron en la mayor crisis cambiaria y económica en México —la crisis de 1994— han creado especialistas en la población sin ser economistas. Ante una economía altamente dependiente de las exportaciones, como la nuestra, el valor del peso juega un papel preponderante.

En los últimos seis meses el peso mexicano ha caído en su mayor nivel desde hace décadas. Ayer el mercado cerró en 15.65 pesos por cada dólar, una caída histórica en el valor de la moneda mexicana, disminuyendo el valor de las exportaciones mexicanas. Hace tan sólo cinco meses, a finales de octubre de 2014, el peso estaba en 13.43 pesos por dólar, lo que significa que desde entonces a la fecha, el peso se ha depreciado en alrededor de 16.5 por ciento.

Así, aunque nuestra solidez económica e institucional es diferente y mejor que en anteriores devaluaciones, la memoria es corta y las quejas muchas. Ante esto, la gran pregunta es: ¿qué le pesa al peso? Existen diversas razones, principalmente internacionales, que están influyendo en el valor del peso y la solidez de la economía mexicana. La mayor parte de ellas no dependen del Gobierno de la República, la Secretaría de Hacienda o el Banco de México, lo que sin duda no se entiende en la opinión pública o se politiza en los foros políticos. Las dos causas principales de esta caída están en el precio internacional del petróleo y la expectativa de cambios en las tasas de interés del banco central de EU, la Federal Reserve.

En cuanto al precio del petróleo, éste ha perdido casi 50% de su valor desde junio de 2014. Esto impacta las finanzas públicas de nuestro país, que dependen en un tercio en el precio del barril del petróleo. Ello a su vez desacelerará el gasto del gobierno en 124 mil 300 millones de 2015, equivalente a 0.7% del Producto Interno Bruto (PIB). A su vez, no ayuda la imagen negativa que la delincuencia y la ingobernabilidad en estados como Guerrero ha dado a nuestro país.

La segunda causa significativa está en la expectativa de cambio de la tasa de interés de la Fed en EU. Ahora esa tasa está en 0%, pero todo indica que aumentarán la tasa en los próximos días (cuando se reúna el Consejo de Gobernadores de la Fed). Con una tasa de 0%, para los inversionistas es mejor tener su dinero en el extranjero en países como el nuestro, donde la tasa de interés es de 3.3 por ciento. Sin embargo, con una mayor tasa en EU los inversionistas prefieren tener sus inversiones en dólares en EU, una economía en donde saben que hay menor riesgo. Al final es una apuesta de una tasa de interés mayor en México contra mayor seguridad en EU. Es un juego de expectativas.

¿Qué le pesa al peso? Sin duda el entorno internacional, ante lo que el Gobierno de la República está actuando responsablemente.