Básicos Emprendedores: Lo que sí y lo que no es un emprendedor

Con el boom del emprendimiento, es fácil autodenominarse como futuro empresario, startupero o emprendedor sin realmente serlo
Empresas -
Con el boom del emprendimiento, es fácil autodenominarse como futuro empresario, startupero o emprendedor sin realmente serlo. Foto: Especial
Con el boom del emprendimiento, es fácil autodenominarse como futuro empresario, startupero o emprendedor sin realmente serlo. Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO.- No es sorpresa para quienes están dentro del ecosistema encontrarse con personas que aseguran ser emprendedores, pero ¿qué tan verdadera es una afirmación como esa?

Cierto es que hay temas ‘escabrosos’ dentro del mundo del emprendimiento, pero ninguna al mismo tiempo tan terrible y divertida como esta.

Y es que con el boom del emprendimiento, es fácil autodenominarse como futuro empresario, startupero o emprendedor sin realmente serlo.

¿Y cómo saber quién sí es y quién no? Primero hay que diferenciar cuatro tipos de personas (profesionalmente hablando):

  • Empleado
  • Autoempleado
  • Intraemprendedor
  • Emprendedor

De acuerdo con Jorge Sánchez García, director y cofundador de Zullen Comunicación, un empleado es cualquier persona contratada por una empresa para tareas rutinarias; el autoempleado es quien empieza un proyecto pero que no busca dar empleo ni escalar; un intraemprendedor es aquel empleado con visión para crear pero con necesidad de seguridad y de un sueldo y, finalmente, el emprendedor es quien busca crear una empresa, tiene visión para llevarla lejos y en consecuencia fracasa constantemente sin miedo a intentarlo de nuevo.

Dentro del espectro emprendedor hay dos tipos de emprendedores: los tradicionales y los emprendedores de startups.

En el primer caso, grandes ejemplos son Café Punta del Cielo, Vicky Form, y los más chicos que tienen empleados y buscan crecer o ser una cadena, como las cafeterías, las agencias de marketing y publicidad o los abogados que se juntan para crear una firma.

Por otro lado están los emprendedores de startups; aquellas historias de éxito que todos conocemos, como Mark Zuckerberg y Facebook, o Jack Dorsey y los fundadores de Twitter.

De acuerdo con Miguel Arias, COO de Carto DB y mentor de Wayra, quienes son 'CEOs' de un proyecto sin visión y del cual no se tiene conocimiento, pero que se dicen emprendedores, son lo que él llama ‘emprendedores vendehumos’: “seres que rezuman éxito y estilo de vida en redes sociales y que en realidad, ni son emprendedores ni son nada de nada”.

Para él hay tres formas de detectarlos:

Jactancia de cargo. Cualquier cargo que comience con 'C' es digno de presumirse. Cierto es que hay quienes se merecen cada letra de un cargo, hay quienes se merecen totalmente ser CEO, COO, CTO u otro, pero muchos emprendedores utilizan la definición del cargo como sinónimo de ser “el que manda”, de acuerdo con Arias.

La realidad es que cuando estás en una startup, a pesar de la jerarquía, se hace de todo, pero ante el ecosistema es muy fácil mostrar una “imagen ahumada de la realidad”.

¿La empresa está constituida? Arias nos invita a darnos un paseo por LinkedIn para descubrir a  algunos CEOs de sus propios blogs. Así es, “porque hay quien cuenta cada blog como una startup”.

Así que la sugerencia es saber si la empresa está constituida (o en proceso de estarlo) como una S.A.P.I de C.V., u otra sociedad y que no sólo sea un “proyecto con nombre simpático y landing page atractiva”.

¿Cuánto está facturando? Aunque esta pueda parecer la pregunta de fuego, tampoco es un gran indicador (pero ayuda), pues en realidad cualquier empleado o autónomo podría incluso facturar mucho más que una startup que esté en fase semilla.

Estamos de acuerdo con Arias: “sería simplista reducir el éxito al volumen de facturación, pero es lo que marca la diferencia entre una startup que funciona y otra que no, no el número de likes que tenga en Facebook”.

Y, lamentablemente, no conseguir ser sostenible es la principal causa de cierre de una empresas y startups.

La realidad es que a pesar de esfuerzos como los de Fuckup Nights, todavía, quizás por una cuestión cultural, cuesta reconocer un fracaso, lo cual genera mayores expectativas en las personas.

Pero si lo anterior no te convence, Jorge nos da una visión más amplia. Para él la ley no distingue más que entre formalidad e informalidad. Más bien cabe hacer(se) algunas preguntas que están íntimamente ligadas con la esencia de la empresa:

  • ¿Cuál es tu producto o servicio?
  • ¿Cuánto tiempo has invertido en el desarrollo?
  • ¿Ya tienes usuarios?
  • ¿Ya tienes clientes?
  • ¿Cuánta experiencia tienes en el ramo?

Si a pesar de tener mucho tiempo desarrollando un producto y no lanzarlo, hay que detectar y reconocer entonces si los emprendedores sólo “están por estar” y no buscan avanzar, sino sólo ganar reconocimiento.

Para Jorge, el tamaño no importa, puedes facturar poco pero sí ir creciendo y tener visión y continuar con las ventas. Es decir, la visión la experiencia y el potencial de crecimiento es lo que para él hace a alguien un verdadero emprendedor.

*livm

Tips para tus finanzas personales directo en tu correo.
Al registrarme acepto los términos y condiciones

  TAGS

Taboola
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR