La terapia del fracaso en las FuckUp Nights

Escuché a Rocío Vázquez Landeta hablar de cómo inició un negocio con la idea de que el sexo vende. Por escoger mal a su socio, quedó en ceros rodeada de cientos de dildos que no se pusieron en stock. Estoy seguro de que haber perdido 100 mil pesos en un mes le ayudó a asimilar el golpe.

Meterse al mundo de los negocios es meterse a nadar con tiburones.  Y cuando piensas que vas por el buen camino y la estás armando: ¡pum! mordidota en las nalgas. Así le pasó a Linda Franco. Con su marca de ropa Machina Wearable había llamado la atención de Louis Vuitton, pero un periodista inoportuno, tergiversando sus declaraciones, hizo ver que la mexicana tenía comiendo de la mano al emporio de la moda, lo que generó que el jugoso contrato que se venía gestando terminara en la basura.

Éstas y más historias de fracasos sirven como terapia para cada uno de los emprendedores que las comparten en lo que se ha llamado FuckUp Nights. El concepto nació en 2012, cuando un grupo de amigos, al calor de los mezcales, se contaron íntimamente la serie de fracasos que habían tenido en su vida. Letty Gasca se convirtió en directora del proyecto, el cual nos dice orgullosamente que ya ha sido replicado en 100 ciudades alrededor del mundo con la premisa de que se aprende más de las historias de fracaso que de las de éxito.

Para que aprendas a abrazar el oso, mira de que se trata el libro de las FuckUp Nights: El Libro del Fracaso

Como personas siempre trataremos de dar al mundo nuestra mejor cara y en las redes sociales rara vez pondremos una historia deprimente o que nos evidencie de nuestros errores. Pero, ¿por qué no hacer alarde de ellos?  Bien dicen que para alcanzar el éxito es necesario tropezar más de una vez”, afirma.

FuckUp Nights se lleva a cabo cada mes. Letty funge como anfitriona y uno a uno va presentando a los ‘fracasados’ de la noche, quienes cuentan sus historias en siete minutos y en diez imágenes. Si tienes suerte un DJ amenizará la velada y si estás por iniciar un negocio, tal vez estas pláticas de lo que no debes hacer te sean de gran ayuda.

Por cierto, Rocío Vázquez ahora tiene una compañía exitosa –Sin Mantel- que organiza tours gastronómicos en restaurantes de la Ciudad de México (además del sexo, la comida vende); y Machina Wearable, con apenas ocho empleados, facturó el año pasado más de 8 mdp y es considerada toda una promesa por la Revista Forbes.

Nada mal para haber fracasado.

*livm