Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

23 Mar, 2015

Gustó nuevo formato de Convención Bancaria

ACAPULCO.– Tres fueron los temas que prevalecieron en la 78 Convención Bancaria: el nuevo diálogo entre el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y los banqueros; el aumento en las tasas de interés en Estados Unidos y su repercusión en la economía mexicana; y el reto de cumplir con la difícil meta de que el crédito bancario, que hoy está en 29% del PIB, llegue a 40% para 2018.

Definitivamente el nuevo formato de la Convención Bancaria fue un éxito para Luis Robles, ratificado presidente de la AMB, porque hubo dos reuniones de trabajo —de más de cinco horas— primero con la banca privada y después con la banca de desarrollo.

Lo que más les gustó a los banqueros no fue sólo el compromiso de darle seguimiento al diálogo, a través de mesas de trabajo, sino que todos pudieron poner sobre la mesa los temas que más les preocupan, y hay que recordar que la problemática de los grandes bancos es diferente a la de los bancos medianos, los bancos de nicho y los bancos extranjeros en México.

En lugar de regaños de parte de las autoridades hacia los bancos, o de reproches de los banqueros, se buscó consensos, como en la reunión con la banca de desarrollo en la que Videgaray pidió a los banqueros que presenten propuestas concretas sobre la mejor forma en que la banca desarrollo sea aliado y no competencia de la banca privada.

No subirá Banxico tasas antes que la Fed

Sobre el incremento en las tasas de interés destacaron los discursos del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y de Ben Bernanke, expresidente de la Reserva Federal de EU (Fed). Aunque no es Carstens, sino todos los miembros de la Junta de Gobierno, y quienes toman las decisiones sobre política monetaria, y justo ellos son quienes pueden descartar que vayan a subir las tasas en la reunión del próximo viernes 26, como esperaban algunos analistas.

Sin descartar en forma tajante un incremento inmediato en las tasas de interés en México, Carstens dijo que la Junta de Gobierno podría ajustar su política monetaria mediante aumentos en la tasa de interés interbancaria a un día, si está en riesgo el objetivo de una inflación de 3%, lo que podría suceder cuando el Fed incremente sus tasas.

Y sobre Bernanke destacó su llamado a no sobrerreaccionar cuando, finalmente, suban las tasas de interés en Estados Unidos y el consenso de lo que esperan los banqueros, que es precisamente que el alza sea gradual, no mayor a un punto porcentual, en un año para que no repercuta negativamente en el crédito.

Agustín Carstens, el más ovacionado

El aplausómetro lo ganó, sin lugar a dudas, Agustín Carstens, y por partida triple. Primero porque, durante su participación en la ceremonia de inauguración, tuvo la ocurrencia de —después de una breve pausa en su discurso— tomar un poco de agua porque “necesitaba liquidez”, frase que no sólo arrancó las carcajadas de los banqueros, sino que llegó para quedarse.

Después, por la  gran ovación que recibió Carstens en la cena del Comité Ejecutivo de la ABM, cuando el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, lo felicitó por su nombramiento como presidente del Consejo Monetario y Financiero del FMI y su excelente labor al frente del Banco de México, lo que motivó que los banqueros se pusieran de pie y le brindaran un prolongado aplauso.

Los elogios de Videgaray se interpretaron con un señal de que Carstens será ratificado como gobernador del Banco de México, antes de fin de año, cuando termine su actual periodo al frente de la Junta de Gobierno.

Además por si hubiera alguna duda, el presidente Enrique Peña Nieto, al clausurar la Convención, también se adhirió al reconocimiento a Carstens.

Luis Robles, discurso polémico

Lo que no gustó a la mayoría de los banqueros fue el discurso de clausura de Luis Robles, al reconocerle al presidente Peña Nieto que había cumplido con los compromisos que anunció como candidato en la Convención Bancaria de 2012 y en la que el aplausómetro se lo llevó la candidata Josefina Vázquez Mota.

El problema no es sólo que Luis Robles se dejó llevar por el entusiasmo que, en efecto, prevaleció en la banca, sino que algunos de los compromisos de Peña Nieto están muy lejos de haberse alcanzado, como el crecimiento económico que, en sus dos años de gobierno, ha sido raquítico y muy por debajo de la meta de la Secretaría de Hacienda; o el desarrollo de infraestructura, tras los problemas con el ferrocarril México–Querétaro, uno de sus principales proyectos y compromisos de toma de posesión,

Desde luego, Robles también enfatizó los retos por vencer, como la violencia; la falta de vigencia plena del Estado de derecho, la corrupción y la impunidad.

Sin embargo, el consenso entre los banqueros es que la Convención fue muy buena por el diálogo con Videgaray y los temas tratados y calificaron como un éxito la organización de Robles Miaja.

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