¿En verdad el recorte del gasto para el año 2016, será significativo?

Lo primero que deberíamos hacer —en relación con el recorte significativo del Gasto Público para el año 2016—, es dar una definición que no deje lugar a las interpretaciones de significativo.

Además, de entrada, habría que tomar como base —para aplicar la tijera—, el monto de gasto aprobado para el año en curso y con base a lo recortado, determinar si en verdad fue significativo.

Para usted, por ejemplo, ¿qué significa un recorte significativo del gasto? ¿Qué porcentaje le parecería aceptable, para que fuere significativo? ¿Se conformaría con el 10.0% o, dada la experiencia que tenemos en materia de gasto, traducido casi siempre como dispendio y corrupción, lo elevaría al 15.0%? Y ya entrados en gastos, ¿por qué no recortar el 25.0%?

Sin embargo, por encima de las ilusiones de no pocos ingenuos, la realidad se hizo presente y después de lanzarnos, no un balde de agua fría sino un tinaco de varios miles de litros de agua a punto de congelación, ha dado a conocer sus puntos de vista.

Lo primero que ha establecido claramente ha sido, que no debemos olvidar que la burocracia mexicana le huye a los recortes; es tal la seducción que en ella ejerce el hecho de que cada nuevo Presupuesto debe alcanzar un monto histórico, que la palabra misma —recorte—, ni siquiera está en su vocabulario.

Después, socarrona como suele ser, nos ha hecho ver que en lo que se refiere a los recortes del gasto, hay que dejar fuera toda ilusión respecto al monto porque, éste podría quedar en eso, en una ilusión.

Todavía, como no queriendo, pero para reforzar lo dicho frente a lo que hoy ocupa a quienes desconocen casi todo de la estructura del PEF y las asignaciones de recursos, nos recordó que si nos atuviéremos a esos dos elementos, habría que reconocer, de entrada, que el total que alcanzan las partidas irreductibles puede llegar a ser del orden del 85% del monto total del Presupuesto de Egresos de la Federación.

Ahora bien, al margen de los planteamientos crudos pero objetivos de la Señora Realidad, a la fecha nada sabemos de los criterios que serán aplicados para llevar a cabo los recortes. Las afirmaciones, vagas y las más de las veces incorrectas en relación con la hoy famosa Base Cero, ni siquiera han servido para estimular a algunos a revisar dicha metodología y, menos aún, para reconocer la carencia de personal calificado para aplicarla correctamente.

Al margen de esto último, hay un hecho que no puede ser disfrazado: La falta de recursos para mantener un Presupuesto de Egresos de la Federación que amenaza ya la estabilidad. La irresponsabilidad de gobernantes y funcionarios llevó el gasto, a montos imposibles de sufragar de manera sana para una economía cuyo espacio natural es la mediocridad, desde hace más de 30 años.

Este último aspecto vendría a ser, quizás, el clavo ardiendo al que debemos asirnos todos los que durante años hemos criticado esa borrachera de gasto que parece no tener fin la cual, además, atenidos a los resultados en materia de crecimiento estos dos últimos años, de nada ha servido.

Ya sólo queda pues, estar atentos a lo que presente Hacienda en los precriterios en unos días más y después, al contenido de los Criterios Generales de Política Económica 2016, este 8 de septiembre.