![Guadalajara ha sido desde hace tiempo un imán para las empresas electrónicas estadunidenses. Foto: Flickr de lucynieto [CC BY-NC-SA 2.0]](https://cdn2.dineroenimagen.com/640x480/filters:format(webp):quality(75)/media/dinero/images/2015/04/gdlfl.jpg)
GUADALAJARA.- Kueski es una pequeña empresa que busca convertirse en una estrella tecnológica al estilo de Silicon Valley, con todo y privilegios. Sin embargo, la compañía incipiente, que presta dinero a personas de clase media necesitadas de crédito, no está basada en San Francisco, sino a cuatro horas y media de vuelo hacia el sur de México, en Guadalajara, una ciudad mexicana asociada más con el tequila, las familias conservadoras y el catolicismo que con la religión moderna del emprendedurismo.
Guadalajara ha sido desde hace tiempo un imán para las empresas electrónicas estadunidenses. Motorola llegó aquí en 1968, seguida por IBM, Hewlett-Packard y varios fabricantes bajo contrato, todos los cuales producían principalmente para exportar.
Según Erik Peterson, director del Centro de Desarrollo de Oracle en Zapopan –la firma tecnológica estadunidense abrió su tercer centro de desarrollo mundial ahí en 2011–, la ciudad está ahora progresando de producir hardware en grandes cantidades a crear software, un poco como una fábrica textil que avanza para diseñar sus propias prendas.
“Es la comunidad tecnológica más estrechamente entrelazada en Latinoamérica”, dijo.
El año pasado, Jalisco, el estado donde su ubica Guadalajara, exportó casi 25 veces más tecnología que tequila, en términos de dólares.
En febrero, para fomentar el ascenso de un Silicon Valley al sur del río Bravo, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, prometió 20 millones de dólares este año para empezar a construir una “Ciudad Digital Creativa” en el centro de Guadalajara.
Ricardo Álvarez, un investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts en Cambridge (MIT, por su sigla en inglés) y promotor del proyecto, dijo que Guadalajara tiene muchos de los ingredientes para convertirse en un centro tecnológico, pero “no es un hecho todavía”. Sin embargo, una cosa que no le falta es desparpajo: Un anuncio espectacular afuera del aeropuerto da la bienvenida a los visitantes a “La tierra de los emprendedores”.
Esas afirmaciones provocaron una sonrisa en el rostro de Andy Kieffer, un capitalista aventurero estadunidense que se mudó de San Francisco a Guadalajara en 2008.
El clima empresarial no podía ser más diferente, dijo. En Silicon Valley, todos son de alguna otra parte, mientras que en Guadalajara las familias se remontan a generaciones. En el Área de la Bahía dominan los que abandonaron sus estudios sin graduarse, pero en Guadalajara, si una persona no se tiene un título universitario, una secretaria le impedirá cruzar la puerta.
En Silicon Valley el éxito se celebra hasta el punto de la autoadulación, mientras que en Guadalajara se oculta, en parte para impedir que los criminales lo incluyan a uno en su lista de blancos.
No obstante, el emprendedurismo en un lugar sin una cultura de innovación empresarial no es tan imposible como suena. Aunque los mexicanos no estén a punto de crear el próximo gran éxito mundial como Facebook o Uber, tienen abundante espacio para desplegar tecnología con el fin de mejorar las eficiencias en la lenta y pesada “vieja economía” de su país.
Por ejemplo, sus bancos son tan adversos al riesgo que sólo 15 por ciento de los mexicanos tienen una tarjeta de crédito y sólo cinco por ciento tiene acceso a un sobregiro, dijo Adalberto Flores, director ejecutivo de Kueski. Su empresa analiza datos, como el número de amigos en redes sociales de alguien, para calcular su capacidad de crédito, y ofrece a los clientes prometedores préstamos que promedian los 150 dólares por periodos que promedian los 22 días.
Voxfeed, otra empresa incipiente local, recaudó recientemente una segunda inyección de capital aventurero, según sus simpatizantes. Su objetivo es llevar a la industria publicitaria de México, con valor de entre cinco mil y siete mil millones de dólares anuales, a la era digital.
México está muy atrás de su vecino del norte en el traslado de los métodos de mercadotecnia digital a los anuncios en línea y a los smartphones. Muchos anunciantes, por ejemplo, aún usan los directorios de papel de las “páginas amarillas” o carteles pegados en los costados de los camiones.
Sin embargo, México tiene una de las tasas de participación en redes sociales más altas del mundo. En una versión digital de la publicidad de boca en boca, Voxfeed paga a la gente con una presencia influyente en Twitter y otras redes para recomendar lugares y productos.
Este tipo de cosas es exactamente en lo que las empresas incipientes mexicanas deberían enfocarse, dijo Kieffer. En vez de tratar de inventar algo totalmente nuevo, deberían sacudir a las letárgicas industrias mexicanas.
Por ejemplo, los camiones y los trenes a menudo viajan hacia Estados Unidos llenos de exportaciones pero regresan vacíos, aun cuando México importa todo tipo de cosas, desde maquinaria hasta carne, de su vecino del norte. Esto demuestra que hay espacio para usar la tecnología para modernizar la industria logística. Pocos de los hoteles de México, aparte de los más costosos, ofrecen reservaciones en línea, así que se quedan con camas vacías.
El país es como era Estados Unidos hace décadas, dijo Kieffer, sin inclinación para usar la tecnología para encontrar clientes y proveedores.
“Las empresas en México están acostumbradas a trabajar en unas cuantas relaciones donde todas se conocen y confían unas en otras”, dijo. “Eso está desapareciendo”.
Guadalajara tiene rivales. La Ciudad de México y Monterrey, cada una de las cuales tiene una cultura empresarial establecida hace más tiempo, también están promoviendo empresas incipientes tecnológicas. The Pool, un vibrante club de emprendedores que opera en ambas ciudades, presenta a los fundadores de empresas incipientes con hombres de negocios establecidos, en una apuesta por compensar la escasez de capital aventurero en México.
Sin embargo, Guadalajara tiene las ventajas de una comunidad más estrechamente entrelazada, universidades abundantes y, para los estándares mexicanos, una cultura tecnológica más fuerte. El potencial para ganar dinero atacando las ineficiencias en la vieja economía es enorme.
Los masajes en la espalda también son bastante buenos.
1.- Crédito Kueski. La empresa ofrece servicio sin papeleo ni filas ya que funciona totalmente en línea. El cliente decide cuánto dinero necesita y por cuánto tiempo, y de inmediato se le informa cuánto tendrá que pagar; de ese modo sus proyectos no se retrasan.
2.- Seguridad. El cliente debe dar información personal, de redes sociales, cuentas de banco, etc. La compañía hace un análisis del aspirante con base en ello y asegura que todos los datos serán encriptados.
3.- Obtén tu préstamo personal. La compañía se compromete a depositar el dinero en la cuenta de banco del cliente en aproximadamente 35 minutos. tiempo difícil de igualar en el sistema financiero.
4.- ¿Cómo pago? Se puede elegir entre depositar el pago del préstamo en la cuenta de Kueski en Bancomer, o si se prefiere hacerlo por transferencia electrónica. Inicialmente se pueden pedir hasta dos mil pesos. Si en el primero se cumple de manera excelente, la empresa promete ofrecer mejores tasas y condiciones en los próximos créditos.
