Rodrigo Pérez-Alonso

Frecuencias

Rodrigo Pérez-Alonso

8 Abr, 2015

Regular los drones

En la película Volver al futuro II, filmada en 1989 y cuyas escenas representan el futuro del entonces lejano año 2015, hay una escena interesante en donde el antagonista estrella su patineta flotadora en el edificio principal del pueblo, e inmediatamente sale arrestado y captado por la prensa. La prensa es representada no por personas que hacen preguntas y toman fotos sino por aparatos que vuelan, toman fotografías y graban contenidos sin intervención humana. 

A 26 años de esa película, la tecnología ha avanzado a pasos tan agigantados que aquellos aparatos futuristas son ahora una realidad no sólo para usos militares sino también para cualquier consumidor a precios accesibles. Los llamados vehículos aéreos no tripulados (también llamados drones) son ahora una realidad para millones de consumidores.

La tecnología inició principalmente con usos militares. Estados Unidos y su industria de defensa crearon impresionantes dispositivos militares que son capaces de obtener inteligencia a kilómetros de altura, bombardear objetivos y llevar actividades encubiertas. Sin embargo, ahora cualquiera puede comprar un aparato —menos sofisticado, claro— a precios muy accesibles e impresionantes capacidades que permiten realizar actividades de uso civil como topografía, fotografía área y cinematografía. Incluso se habla ya de usos comerciales por parte de empresas como Amazon, Fedex y DHL para la entrega de paquetería el mismo día.

En EU y otros países, como con cualquier otra tecnología disruptiva y naciente, las autoridades están buscando regular su uso en aras de la privacidad de las personas, el uso del espacio aéreo y la seguridad de personas, propiedad privada, vuelos comerciales y hasta el uso legal de las redes de telecomunicaciones y radiodifusión (principalmente por algunas de las frecuencias que utilizan estos aparatos).

Para botón de muestra, hace tan sólo unas semanas, uno de estos drones (de uso no comercial y no militar) accidentalmente se estrelló en el jardín de la Casa Blanca causando una gran movilización. El piloto voló el dron cerca de su casa en la noche, perdió el control y el aparato acabó estrellado en la Casa Blanca. En otro incidente, en YouTube se puede ver volando a uno de estos aparatos por arriba del aeropuerto de Turquía (https://youtu.be/l_i_o-ZMstQ) poniendo en riesgo los vuelos comerciales.

En México, al igual que muchos otros países, la tecnología no ha sido regulada ni reconocida totalmente; no obstante que esta tecnología se irá haciendo cada vez más importante. A ese respecto, dos agencias regulatorias seguramente deberán intervenir: el IFT y la Dirección de Aeronáutica Civil de la SCT. El primero deberá vigilar el uso de frecuencias libres e incluso abrir nuevas frecuencias para esta y otras tecnologías. La segunda deberá vigilar la seguridad ante la posible interferencia con aeronaves civiles y proteger la seguridad nacional.

Ninguna otra agencia gubernamental deberá entonces intervenir. De lo contrario, podremos sofocar una impresionante tecnología disruptiva que reformará industrias.

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