Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

11 Abr, 2015

Emprendedores y las crisis

Estamos tan ofuscados y tensos por las masacres en Asia, África y los problemas internos entre la delincuencia e inseguridad en varias regiones y, por otro lado,  los excesos de retórica partidista y gastos en propaganda ante un panorama económico que se nubla cada día más, que no vemos otras áreas brillantes que se van perfilando ante estas crisis.

Empecemos por los nuevos oficios y especializaciones que están siendo solicitadas por los diversos sectores, tanto públicos como privados y cada día más frecuentemente, por las redes sociales que han crecido enormemente y tienen una influencia mayor en nuestra vida. Pongamos ejemplos: 

Un oficio casi inexistente hace unas décadas es el  del vocero de un call center, que, de diversas formas, te inunda de ofertas, promociones o, del otro lado, te insta a ponerte al corriente en tus adeudos y, ahora, te recuerda delicadamente que debes estar limpio y al día de tus obligaciones o…  te seguirán presionando, porque da la casualidad que ya te tienen atrapado. No dudo que ya haya decenas de miles de jóvenes en estas actividades que, aunque modestas en sus percepciones, están creando una clase media incipiente.

Siguiendo con la tecnología y los servicios que la apoyan, empezamos por los usuarios de redes sociales que nos damos a conocer en ese enorme espacio que es la internet y sus diferentes acepciones, con nuevas aplicaciones muchas hechas en casa, sin olvidar los aditamentos necesarios y a precios cada vez más bajos para que sean adquiridos por todas las clases sociales. Es fascinante ir al centro de cualquier ciudad en el mundo y ver a seres pegados a sus celulares y tablets y que los usan con toda naturalidad. Asumo que estas multitudes por lo menos ya tienen estudios básicos y estos instrumentos los obligan (y enajenan) a capacitarse. Por eso no les extrañe todo el escándalo que se ha dado entre los grandes empresarios en el mundo de las telecomunicaciones  ya que el mercado es enorme y en expansión.

Por otro lado, nos guste o no, la agroquímica y la generación de otras fuentes de energía o formas de obtenerla (fracking, eólica o solar) también están creando oportunidades de empezar negocios directa o como parte de servicios a estas áreas de oportunidad. Hay grandes cambios en el transporte de mercancías y el de la paquetería, que hace que las cartas y el correo se vuelvan más inmediatos. Incluso ya se están empezando a usar los temidos aparatos drones para entregar pedidos en ciudades. ¿Dónde vamos a parar?

Hay áreas con problemas, por supuesto, como son los comercios tradicionales, la agricultura de temporal o de subsistencia y otras de baja tecnología y que son débiles ante la consolidación que se está dando por todas partes. Lo que deben hacer es buscar nichos de especialidades que los distingan de los demás. Un buen producto o servicio, bien posicionado, siempre va a tener mercado y un éxito razonable.

No me siento especialmente optimista en esta época dado los problemas que todos vivimos, pero también es difícil no quedar impactado por las nuevas profesiones y los emprendedores de todo tipo que las hacen realidad. Amigos lectores, ¡a ponerse las pilas!

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