Reportes en EU: commodities y dólar mellarán utilidades

La caída del precio del petróleo provocará que las ganancias en el sector energético se contraigan 63%. De hecho ese desplome opacará los resultados corporativos durante enero-marzo y, posiblemente, también durante el segundo trimestre del año
Economía -
Inversionistas estarán atentos a los datos de las bolsas de Wall Street. Foto: AFP
Inversionistas estarán atentos a los datos de las bolsas de Wall Street. Foto: AFP

CIUDAD DE MÉXICO.- Ya ha empezado otra temporada de reportes corporativos en Estados Unidos. Comenzó el miércoles, con los números de Alcoa, el fabricante de aluminio que tradicionalmente abre la temporada de reportes empresariales.

Las cifras que publiquen las grandes corporaciones estadunidenses para el primer trimestre del año será fundamental para los mercados, que en esencia quiere evaluar el impacto de tres fuerzas negativas sobre las ganancias de las compañías: uno, y quizás el más importante, el efecto de la apreciación del dólar a la hora de repatriar utilidades denominadas en otras divisas; dos, el comportamiento del sector energético, golpeado por el derrumbe del precio del petróleo y de los combustibles; y tres, la marca que está dejando en los números de las empresas algunos indicios de desaceleración en la economía estadunidense, reflejado en un menor gasto de consumo e inversión así como en una caída de las exportaciones.

Expectativas, a la baja

Como resultado de esos tres elementos, se espera que durante el primer trimestre del año se produzca un descenso en los beneficios corporativos. Según la encuesta de FactSet, las utilidades de las empresas que cotizan en el indicador bursátil S&P’s 500 podrían reducirse 4.9 por ciento, respecto al mismo periodo de 2014, lo que significaría la primera caída en las ganancias empresariales desde 2012, y su peor contracción desde 2009.

A priori, y según las estimaciones de los analistas, tampoco irá bien el segundo trimestre del año, pero las cosas empezarán a mejorar a partir del verano, una vez que se digiera el mazazo de la apreciación del dólar y el desplome petrolero.

Es decir, y contrario a otros ciclos, la esperada caída de las utilidades no es presagio de una recesión y una posible virulenta corrección de las bolsas, sino algo pasajero asociado a factores transitorios como el rápido fortalecimiento del dólar y la abrupta caída del precio del petróleo. Aun así, los flojos resultados del primer trimestre pesarán a lo largo de todo el año. Uno de los que estima que los reporte corporativos del primer trimestre dejarán una profunda huella sobre el saldo de todo el año es Bank of America-Merrill Lynch: su pronóstico es que los beneficios corporativos del S&P’s 500 se depriman durante 2015, algo que no sucede desde 2009, al final de la “Gran Recesión Global”.

Saltan la cerca

Una evidencia de que el deterioro de los beneficios corporativos no es algo generalizado, consecuencia de una incipiente recesión económica que azota a todos los sectores empresariales es que, según las estimaciones de Wells Fargo, sólo 26 por ciento del S&P’s 500 por capitalización bursátil registrará un declive en las utilidades, mientras que el restante 74 por ciento se espera que reporte un crecimiento en los beneficios.

El daño, por tanto, está muy focalizado, sólo que la sangría será tan abundante que compensará el crecimiento de las utilidades en otro sectores. Especialmente el castigado será el sector energético.

Factor petroprecios

Durante el primer trimestre del año pasado, el  precio del barril West Texas Intermediate (WTI), la referencia estadunidense, promedió 98.61 dólares el barril.

En este año, el precio promedio del barril durante el primer trimestre fue de 48.57 dólares, lo que significa un desplome de 50.7 por ciento.

El hundimiento del precio del crudo se debió a dos factores: uno de oferta y otro de demanda. El de oferta, que es el factor de más peso a la hora de explicar la caída de las cotizaciones del petróleo, se debe a la producción récord de crudo en Estados Unidos debido a las nuevas técnicas de fraccionamiento hidráulico y de pozos horizontales. Pero también se explica el comportamiento del petróleo por el bajo dinamismo de la economía global, sobre todo de China, el segundo mayor consumidor de petróleo del mundo detrás de Estados Unidos, cuyo crecimiento económico del año pasado, de 7.4 por ciento, fue el más lento en 24 años.

El derrumbe del precio del petróleo provocará, según el consenso de Bloomberg, que las utilidades en el sector energético se contraigan 63 por ciento.

Esa masacre es la que opacará los resultados corporativos durante el primer trimestre y, posiblemente, también durante el segundo. Si se excluye el sector energético, en vez de registrar una caída en las utilidades, tendríamos un crecimiento de en torno a 2.4 por ciento en los beneficios corporativos.

Volatilidad en commodities

No todo lo malo se circunscribe al sector energético: también el de materiales básico, asociado al comportamiento en los precios de otras materias primas, sufrirá. En efecto, la desaceleración china junto con la apreciación del dólar, lo que ha restado atractivo a algunas materias primas como valor refugio, no sólo ha dejado huella en los precios del petróleo, sino también en las cotizaciones de los metales preciosos (oro y plata), en otros insumos industriales como el níquel y el cobre o alimentarios como el maíz y el trigo.

El declive de los precios de las materias primas dejará su impronta en el sector de materiales básicos, servicios públicos (agua, gas y electricidad) y consumo básico, cuyos precios han retrocedido en consonancia con sus insumos. Según las estimaciones de Wells Fargo, las utilidades en el sector de servicios públicos podrían retroceder 6.6 por ciento, el de materiales básicos 4.9 por ciento y el de consumo básico, relacionado con la industria de la alimentación 1.1 por ciento. 

Esos descensos, sobre todo los del sector petrolero, contrarrestarán el esperado auge de otros sectores económicos más ligados al ciclo económico.

Impulso estadunidense

La economía estadunidense, pese al bache que atravesó en el primer trimestre de este año, se expande a un ritmo firme que se espera se vaya reforzando conforme los beneficios de unos menores precios de los combustibles se filtra al sector de consumo.

Así, la expansión económica y la reactivación del crédito favorecerán al sector financiero, cuyos beneficios podrían aumentar a una tasa de 9.7 por ciento.

Por otro lado, el gasto de consumo, que se ha fortalecido por la caída de los precios de los combustibles, estimulará al sector de consumo discrecional, cuyas utilidades se estima que crezcan 8.6 por ciento.

Por tanto, sí, los resultados del primer trimestre no serán buenos y se deberá sobre todo a la exposición de algunos sectores a los precios de las materias primas, a la apreciación del dólar y, en menor medida, a algunas señales de desaceleración económica que se espera sean pronto superadas.

Sin embargo, las expectativas para la economía estadunidense en el corto plazo son benignas: como dice la propia Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), las condiciones de crecimiento han ganando y se espera sigan mejorando en los próximos meses.

Cambio de tono en la Fed

Eso, sin duda, juega en favor de los beneficios corporativos para el resto del año, sobre todo para la segunda mitad de 2015, una vez que se haya absorbido el impacto negativo de la caída de las materias primas. Pero además, y pese a esas expectativas, la Fed parece dispuesta a retrasar un aumento de tasas, debido a los bajos niveles de inflación que prevalecen junto con el inesperado tropiezo del último dato de empleo, otro elemento que favorece a las bolsas estadunidenses.

Finalmente, no hay que llamarse a engaño: las compañías han adoptado la estrategia de deprimir de forma deliberada las expectativas de utilidades con el fin de sorprender al consenso de forma sistemática y detonar una respuesta favorable de los mercados a la temporada de reportes corporativos.

La tendencia observada desde hace mucho tiempo es que los resultados corporativos sean mejores de lo previsto por el mercado, lo que termina por dar otro empujoncito al alza en las bolsas. Así pasó en la temporada de reportes corporativos: antes de conocerse, el S&P’s 500 perdió en enero 3.1 por ciento.

Pero en febrero, conforme se conocían unas cifras de beneficios para las grandes corporaciones estadunidenses por encima de lo esperado, el índice bursátil S&P’s 500 se elevó 5.5 por ciento.

En esta temporada de reportes se puede repetir la historia y posiblemente veamos nuevos récords en Wall Street.

* Director de llamadinero.com

 

Tips para tus finanzas personales directo en tu correo.
Al registrarme acepto los términos y condiciones

  TAGS

Taboola
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR