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CIUDAD DE MÉXICO.- En México la edad del retiro laboral es a los 65 años, cifra que no se ha modificado desde hace 18 años, cuando se creó el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), aumentando las presiones sobre la suficiencia de los recursos que recibirán los trabajadores al pensionarse, ya que en este tiempo la esperanza de vida ha aumentado significativamente.
Lo anterior implica que la pensión de los trabajadores debe alcanzar para financiar sus necesidades durante más años, por lo que el monto mensual que reciban tendrá que ser menor, de ahí la necesidad de aumentar la edad de jubilación, señaló la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
Carlos Ramírez Fuentes, presidente de este órgano regulador expuso esta problemática a los miembros y representantes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), ya que se requiere la participación de los sectores empresarial, obrero, del gobierno y del Congreso de la Unión para realizar los cambios que el sistema pensionario del país requiere.
Explicó que “el incremento en la esperanza de vida implica que los recursos acumulados deben alcanzar para financiar más años, disminuyendo el monto de la pensión, fenómeno que se está observando en todo el mundo y razón por la cual algunos países han comenzado a elevar su edad de retiro, incluso de forma automática, vinculándola con la esperanza de vida”.
En México se calcula que después de la edad de retiro, las personas viven al menos 20 años más, durante este tiempo deben ser dispersados mensualmente los ahorros de su afore.
La problemática se agrava cuando los trabajadores observan una disminución drástica en su ingreso al momento de jubilarse; ya que sólo recibirán el equivalente al 30% de su último sueldo, en forma de pensión.
De ahí, también la necesidad de reformar el nivel de las contribuciones obligatorias de los trabajadores al Sistema de Ahorro para el Retiro, ya que sólo así podrán elevar la cantidad de recursos que reciban al jubilarse.
Actualmente, los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sólo aportan el 6.5% de su sueldo a su ahorro para el retiro, mientras que los afiliados al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) aportan el 11% de su salario.
Estos niveles se encuentran muy por debajo de otros países, por lo que al menos se deberían “homologar las tasas de aportación del IMSS con las del ISSSTE, aumentando así las tasas de reemplazo de los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social”, quienes representan cerca del 40% de la población económicamente activa del país.
Por otra parte, Ramírez Fuentes señaló la necesidad de ampliar el límite de inversión que tienen las afores en renta variable, de 20 a por lo menos 40%; incremento que permitiría aumentar los rendimientos de los ahorros de los trabajadores y con ello la cantidad de recursos que éstos perciban al final de su vida laboral.
*DR
