Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

24 Abr, 2015

Life Skills: Asertividad (Parte V)

Dentro de las habilidades de vida, que todos debemos tener para poder ser exitosos en los negocios, hay una que es simple de explicar pero dificilísima de llevar a cabo: La asertividad.

Sobre este tema, hace casi cinco meses, habíamos hablado en esta columna. No obstante lo replanteo ya que encaja perfectamente con el tema sobre habilidades de vida que estamos tratando estas semanas. (Para el resto de los temas pasados … y futuros pueden consultar mi sección en  la página de Excélsior http://www.dineroenimagen.com/lideres/99)

Tan fácil pensar que no y tan difícil decirlo. Tan fácil pensar una cosa y, por presión, miedo, formas sociales, hacer otra.

¿Qué es la asertividad? La congruencia de hacer y decir lo que pensamos. Podrá parecer este un tema para ser tratado en un foro de adolescentes y de “presión de grupo”, pero la verdad es que la gran mayoría de los emprendedores, es más: la gran mayoría de los adultos, sufre enormemente al tener que actuar en consecuencia de lo qué quiere hacer.

Muchas veces pensamos que cierta acción o cierto camino es el indicado para el negocio, pero en el momento de llevar a cabo esa acción entran en juego las emociones, los temores o el que dirán y se toma la acción contraria o peor aún: no se toma ninguna acción.

Estamos tan acostumbrados, sobre todo si venimos del mundo del empleo corporativo, a manejarnos con propiedad y educación que, muchas veces, olvidamos tener las agallas necesarias para comandar un negocio.

La verdadera asertividad es el poder ser proactivo y positivo, al mismo tiempo, en todas las acciones que tomamos en un negocio.

Nuestra respuesta genética y memoria histórica nos hace huir de esta asertividad. Desde que el hombre es hombre, y quizá, incluso, antes, la respuesta ante situaciones de estrés es lo que en inglés se conoce como “Fight or Flight” (pelear o huir) y, de cierta manera, así nos seguimos comportando. Ante alguna decisión importante decidimos pelear (ser proactivos, pero olvidando el elemento de positividad) o evadirla (olvidar la proactividad, pero mantener la sonrisa). Ambas actitudes, que pueden ser útiles para luchar contra un león, son poco productivas en el mundo de los negocios.

Como empresarios necesitamos encontrar un punto medio a esta respuesta, algo así como “Fight and smile”, pelear y sonreír. Alzar la voz, no evitar las decisiones difíciles, arriesgarse… pero sin hacerlo con la espada desenvainada.

Ahora, si la asertividad no está en nuestros genes (te tiembla la mano cuando hay que alzar la voz o cuando hay que tomar una decisión difícil o todas las decisiones difíciles las solucionas con los “puños” o similares) ¿Cómo la podemos aprender?

1.-Empieza poco a poco. Si sabes que no eres asertivo, no pienses remodelar Roma en un día. Empieza alzando la voz o tomando decisiones difíciles en pequeños campos de batalla. Decisiones “pequeñas” que te vayan fogueando en tu asertividad.

2.-Aprende a decir que no, sin culpas. Pensamos que como empresarios el éxito está si decimos que si a todo, esto es falso (como lo explica perfectamente Buffett en la frase al principio de esta columna). El ser asertivos desde un inicio y dar una negativa contundente te ahorra dolores de cabeza, problemas y malos entendidos.

3.-Sé claro y específico en tus peticiones. Sea con un empleado, un cliente o un proveedor, explica (¡sin pena!) exactamente lo que necesitas, lo que esperas y lo que puedes dar a cambio. La persona más asertiva es la que establece relaciones claras desde un inicio que minimizan la posibilidad de problemas y, con ello, la necesidad de usar la asertividad.

4-.Ten una actitud de solucionador ante los conflictos. El ser asertivo no implica pisar a todos, sino solucionar, para beneficio de todos, los conflictos que existan. Esto implica tener muy claro que todo conflicto debe ser resuelto con una actitud de ganar-ganar para todas las partes. Escucha y racionaliza antes de contestar o actuar.

5.-Forma es fondo. El lenguaje corporal es fundamental en la asertividad. No, esto no implica adoptar una actitud y modo de Tony Soprano o de jefe de la mafia (esto no es asertividad, sino inseguridad), sino de comportarte con firmeza, seguridad y educación tanto en tus modos, como en tu tono como en tus palabras.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube