Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

27 Abr, 2015

En recuperación moderada

Todos los datos revelan que, en efecto, la economía mexicana está en una fase de recuperación moderada y que si las cosas no cambian nos llevará a un crecimiento de tres por ciento este año.

Dado el raquitismo que ha caracterizado a la economía en las últimas cinco décadas, crecer al tres por ciento no es malo; lo deseable es que, en el peor de los casos esta tasa de crecimiento se mantuviera constante año tras año.

La realidad nos dice que en los regímenes priistas, antes del cambio del año 2000, la economía mexicana creció, en promedio anual, 2.1 por ciento; en los doce años del panismo el crecimiento promedio anual bajó a 1.8 por ciento y en este sexenio el crecimiento promedio anual está apenas en 1.7 por ciento.

Buena parte de este decepcionante crecimiento se debe a que las reformas se han hecho por pausas sexenio tras sexenio, a que muchas de ellas no tuvieron el aterrizaje proyectado y a que los gobiernos no se deciden, en verdad, a desregular la economía de trabas, trámites y procedimientos burocráticos que deben cumplir los agentes económicos.

Los datos que nos dicen que la economía está en una fase de recuperación moderada se encuentran  en el dinamismo de la industria automotriz, cuyas exportaciones aumentaron más de 20 por ciento en los primeros tres meses del año;  en el mayor dinamismo de la inversión fija bruta, que creció 8.4 por ciento en el primer trimestre; en la reducción de las presiones inflacionarias, en el aumento de las remeses y una mayor confianza del consumidor y, desde luego, en el hecho de que Estados Unidos está aumentando su ritmo de crecimiento.

Todas estas son noticias positivas.

Sin embargo, la caída en los precios del petróleo impactarán a las finanzas públicas en una dimensión que la Secretaría de Hacienda no quiere dar a conocer con precisión. Y ese hecho provocará impactos en la economía en la medida que provoque un aumento en el déficit de las finanzas públicas.

La incertidumbre que provoca la indecisión de la Reserva Federal de Estados Unidos para modificar su política monetaria. Este hecho tiene muy nerviosos a los mercados financieros y cuando se produzca el cambio, sin duda, provocará mayores depreciaciones del peso mexicano y, cuando menos, un periodo de inestabilidad en los mercados financieros y bursátiles.

Para México ha resultado muy costoso que el mercado petrolero haya cambiado, en el momento en que se logró una Reforma Energética que se debió hacer hace décadas.

La caída en los precios y el reconocimiento de que no habrá una recuperación sustancial en una década ha hecho muy lento el aterrizaje de esa gran transformación.

Es evidente que no es suficiente que México crezca tres por ciento este año y, probablemente, unas décimas más en 2016.

Nuestro país tiene que recobrar la solidez de su balance fiscal que se ha deteriorado consistentemente desde 2008; necesita profundizar la desregulación de la economía y requiere encender el motor interno de la economía para depender menos de lo que pase fuera.

Hasta ahora, las circunstancias han impedido que este gobierno actúe en ese sentido y. es evidente, que la promesa fundamental de la campaña del presidente Enrique Peña Nieto, de crecer cinco por ciento anual, no se cumplirá, por lo menos, en su sexenio.

Hasta el próximo lunes con nuevas…Perspectivas

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