Life Skills: Cuida tu cuerpo (Parte VI)

Otra semana más, otro consejo de vida indispensable para ser un emprendedor exitoso. Sí, el emprendimiento no se da en un tubo de ensaye ni alejado de la vida diaria. En la manera en que aprendemos a ser mejores personas, tener mejores habilidades de vida, podemos ser también mejores empresarios, emprendedores y empleados.

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Dice el dicho que el cuerpo es un templo. Nada más cierto. Hay una realidad indiscutible (que puede sonar fuerte pero es cierta): Si te mueres no puedes emprender. Si te enfermas tampoco.

En el mundo del emprendimiento, el negocio depende del emprendedor y el emprendedor depende de su cuerpo. Un cuerpo enfermo o que no funciona de manera óptima es como un mal motor en un automóvil. Quizá arranque, pero en un par de cuadras el vehículo te va a dejar parado.

Irónicamente lo que debiera ser el arma mejor cuidada del emprendedor, su salud, es la primera que se descarta al momento de emprender. No sólo por la presión que el nuevo negocio implica (que siempre tiene un impacto físico) sino porque, muchas veces, lo primero que descartamos, al ser el tiempo escaso, es cuidar nuestra salud; desde la alimentación hasta la medicina preventiva.

En las reuniones de emprendedores el tema más común es cómo se han abandonado los buenos hábitos de salud. La mala alimentación y sendentarismo parecieran medallas de orgullo por ser buenos emprendedores. ¡Como si fuera un orgullo! No lo es.

Estudio tras estudio, se demuestra que, efectivamente, es mente sana en cuerpo sano. En la manera en que un emprendedor cuida su cuerpo y le dedica el tiempo necesario para que esté bien es la manera en que la mente, la efectividad y la agudeza mental funcionan de manera óptima.

Si cuidar tu cuerpo implica restarle una hora (o más) diaria a la talacha de la chamaba, adelante. Cuidarte y cuidar tu cuerpo también es parte de tus responsabilidades de trabajo.

Algunos puntos importantes para tomar en cuenta. Todos son lógicos y conocidos, pero vale la pena tomarlos en cuenta.

Come más sano. El cuerpo y el cerebro no rinden lo mismo con una dieta de pingüinos marinela y café. Los altibajos en el nivel de azúcar resultan directamente en perdidas de productividad, en menor paciencia y en menor claridad y enfoque para tomar decisiones.

Mueve el trasero. Está comprobado, entre mejor sea la circulación del cuerpo mejor se irriga el cerebro y mejor es su funcionamiento. Además de que el emprender, por más que sea en trabajo de escritorio, requiere de fuerza física. El ejercicio, además, tiene la ventaja de ser el mejor liberador de estrés y presión. No hay que ser un atleta olímpico. 20 minutos al día.

Duerme. Vale la pena ver la plática de Arianna Huffington en TED (www.ted.com), en dónde habla de los beneficios que tiene el dormir para la mente, la salud de corto y largo plazo, además de la productividad. En pocas palabras: el dormir es el secreto mejor guardado de la gente exitosa.

Pequeños, buenos y malos hábitos: deja de fumar, bebe alcohol en moderación, bebe agua sola en abundancia, come fibra, usa bloqueador solar (siempre, aun en la oficina)

Cuida tu seguridad: Tan importante como cuidar la salud, evitar en la medida de lo posible, accidentes: Usa siempre el cinturón de seguridad, no manejes bajo el efecto del alcohol ni del teléfono celular… Y contrata un seguro de gastos médicos, con opción de cobertura por discapacidad, para solventar el costo económico de cualquier eventualidad.

Más vale prevenir… Por último, y como punto fundamental, no olvides esas citas con el médico o en su caso con un especialista, que muchas veces se olvidan en la locura de la agenda. Desde las eventualidades inesperadas el cuidar esa gripa que no se quita hasta los exámenes y análisis que deben ser impostergables: mastografías, papanicolaus, exámenes de próstata, chequeos generales.