Continúan al alza las cofee shops en México; suman 770

CIUDAD DE MÉXICO.- Es de mañana; los cafés de la zona de oficinas de la avenida Paseo de la Reforma empiezan a llenarse. El encargado pregunta a un cliente si el café será alto, grande o venti, con leche light, deslactosada o de soya, o bien si tendrá una o dos cargas del aromático.

Patricia compra un café diariamente en uno de estos lugares “para despertar” aunque en ocasiones, además de decidir el tamaño y el tipo de leche de su bebida, no sabe a qué establecimiento ir porque todas las opciones se pueden encontrar en la misma calle: Starbucks, Punta del Cielo, Cielito Querido, La Finca Santa Veracruz y el recién llegado Juan Valdez, de Colombia.

La oferta es tal, que dos cafés de la misma marca pueden hallarse frente a frente, con sólo una línea divisoria: la avenida.

Durante la última década, las coffee shops, como también se llama a estos formatos, han tenido un repunte en el país, ya que hasta ahora suman 770 puntos de venta.

¿Menos cargas?

Ante el fuerte crecimiento, surge la interrogante: ¿ya se saturó el mercado? Para Starbucks, la respuesta es no.

Para Cielito Querido Café, una de las marcas más nuevas en México, hay ciertas dudas.

Detrás del boom de las grandes cadenas también vino el crecimiento de los pequeños negocios de café, que tienen todo para ganar: una experiencia de exclusividad ante clientes que se volvieron más exigentes.

Lo que ha pasado en la última década es claro para Diego Landa, director de Cielito Querido: “El mercado en México estaba subdesarrollado, era muy chico y era poco atractivo, dominado por los Vips, Sanborns y Toks; los de especialidad eran muy pocos”.

Agregó que las grandes cadenas como Starbucks despertaron el gusto de visitar cafés y de hacerlos un lugar para estar y un momento para compartir,  sobre todo entre los jóvenes.

Pero al hablar sobre la década por venir, Diego Landa se detiene y explica que todavía hay camino por recorrer, pero los jugadores de mayor tamaño tendrán que convivir con los pequeños cafés.

Reconoció que lo alcanzado por estos jugadores también podría ser un factor en contra, ya que cuentan con procesos estandarizados, lo que “los vuelve impersonales y demasiado repetitivos, eso mismo da lugar a que empiecen a nacer los cafecitos más personalizados, más cálidos”.

Se fijan en estados

Saraí Jiménez, subdirectora de Comunicación de Starbucks, afirmó que todavía hay espacio para crecer, pues hay entidades con pocas tiendas, a lo que debe sumarse el bajo consumo de café que impera entre los mexicanos.

“Hay una oportunidad, impulsando la cultura del café, el consumo es de 1.7 kilos per cápita y cuando lo comparas con Holanda y otros países, está entre seis y ocho kilos. Podemos darnos cuenta de la oportunidad en los siguientes diez años”, puntualizó la ejecutiva.