Aseguradoras están listas para la temporada de huracanes

CIUDAD DE MÉXICO.- La industria aseguradora se encuentra lista para enfrentar las eventualidades que se presenten derivado de la temporada de huracanes, la cual dio inicio el  viernes pasado en el océano Atlántico con la tormenta tropical Anna, señaló en entrevista con Excélsior Luis Álvarez, director de seguros de autos y daños de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

Detalló que la industria cuenta con la solvencia suficiente para atender los daños asegurables que lleguen a representar cualquier siniestro, lamentablemente el nivel de aseguramiento en el país, sobre todo en la parte de daños,  sigue siendo muy baja.

Baja adopción

De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), de 28 millones de viviendas que hay México, solo 5% están aseguradas mientras que sólo 3% de las pequeñas y medianas empresas cuenta con algún tipo protección. 

Si  bien, estas cifras hablan del bajo nivel de aseguramiento que hay en el país, es cierto  que en las zonas turísticas las cifras tienden a incrementarse; pero no alcanzan a cubrir al total de los asentamientos debido a que la industria de seguros sólo protege aquellos inmuebles que estén asentamos sobre suelo firme, es decir quedan fuera todo tipo de comercios y viviendas que están a las orillas del mar.

Zonas turísticas

Los hoteles normalmente si tienen cobertura, lo  que sucede es que en muchas de estas zonas han dejado que la gente construya cerca del mar, que son los que principalmente más daños reciben”, dijo el directivo de la AMIS.

Destacó  que contar con una cobertura de seguros, permite reactivar en cuestión de semanas la actividad económica de una afectada por un fenómeno hidrometeorológico, como ocurrió en el caso de Baja California, con el paso del huracán Odile.

Recordó que en ese estado, la mayoría de los inmuebles son hoteles, los cuales sí cuentan con la contratación de un seguro que aceleró la recuperación económica en la entidad en poco más de un mes, a pesar de que Odile fue considerado  el tercer mayor fenómeno meteorológico de la última década.

El más costoso sigue siendo Wilma que en su momento pagamos alrededor de 20,000 millones de pesos, para Odile nuestra estimación es de 17,000 millones y  el  huracán Gilberto estaríamos hablando de 18,000 millones de pesos”.