Dixon, por dinero, pero no mexicano

Dixon, empresa mejor conocida por su lápiz amarillo, ahora decidió dar un impulso, vía Italia y no en territorio mexicano. 

Me explico: dicha empresa, hace 11 años, opto por seguir creciendo y desarrollándose a escala internacional desde territorio mexicano, trayéndose la operación de tres plantas estadunidenses a nuestro territorio y adquiriendo a Vinci.

A estas alturas, Dixon, que pasó de ser de origen estadounidense a Italiana, con la fusión de Phila, busca tomar un nuevo impulso, no sólo para mantenerse en las grandes ligas, sino liderarlas, pero no vía el potencial que pudiera darle el mercado mexicano sino el italiano.

A mediados de junio, Dixon realizará su primera colocación accionaria en el mercado de valores de dicho país europeo.

Esto gracias a la recién adquisición de Space, una compañía que además de nombre tenía el capital para salir al mercado accionario de Milán.

Siendo el objetivo de entrar al mercado accionario, colocar 40% de las acciones de la firma, para levantar  60 millones de euros libres, y fortalecer su segmento de pinturas de arte. Donde las adquisiciones no se descartan.

Además, por supuesto, Dixon comenzará un proceso más institucional, y con ello concluirá la salida de los socios financieros que venían trayendo desde 2003 a cambio de capital fresco, e incluso comenzar una carrera rumbo a diferentes mercados accionarios, donde la BMV y el Dow Jones, no se descartan.

El mercado accionario italiano le ofreció mejores múltiplos a Dixon, en comparación con los ofrecidos por la Bolsa Mexicana de Valores, que preside Jaime Ruiz Sacristán y dirige José Oriol Bosch.

Por lo pronto, la firma sigue siendo líder en el segmento de escritura y educación, dado que no va a descuidar o a suplir alguna de sus áreas de negocio, sino va a seguir sumando.

Incluso, sabemos que la mesa directiva en territorio azteca, al mando de Diego Céspedes, mantiene reforzando sus operaciones con la ampliación de sus operaciones, tanto en la ciudad de México como en Oaxaca.

Además de avanzar en innovaciones que sean más amigables al medio ambiente, como es el caso de su línea de lápices de madera, los cuales además de ser biodegradables son un detonante para que Dixon siga certificándose en este tema, lo cual permite, además, que pueda hacer uso de árboles traídos de California, al tiempo que ayuda a reforestar en una cantidad superior e incluso al doble de lo que consume. Una cosa es evidente: Hacer negocios desde territorio azteca sigue siendo atractivo. De ahí que las autoridades deberían seguir fortaleciendo esos beneficios. Aprovechando los pasos que dan las trasnacionales.

Como es el caso de Dixon, cuyas ventas anuales a nivel internacional representan 300 millones de euros, de los cuales mil millones de pesos correspondan a México.

Y ahora su apuesta es la línea de pinturas para manualidad y artes, sin bajar la guardia en su liderazgo en escolar y oficina.

VIVIENDA RETOMA VENTAS

Es una realidad que la vivienda de interés social había perdido interés, dado que las construcciones se han dado a las orillas y con pocas posibilidades de conectividad, servicios básicos y ni que hablar de servicios como la educación.

Incluso la base que se tiene de vivienda deshabitada y abandonada es importante. A decir del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el mercado de vivienda para la base de la pirámide en México —aquellos cuyo ingreso es menor a 10 dólares al día— ha crecido 25% entre 2000 y 2010, alcanzando 40 mil millones anuales de dólares. Después del sector comida, en lo que más gastan los mexicanos de la base de la pirámide es en vivienda, representando un 24 por ciento de su gasto total.

No obstante la realidad actual, hay quien dice que los números no son tan alentadores. Aunque la construcción de dicha vivienda sigue adelante en espera de mejores tiempos.