Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

12 May, 2015

La austeridad económica también da victorias

Los resultados de la elección celebrada en el Reino Unido hace unos días, más allá de los pronósticos de las casas encuestadoras —los cuales  estuvieron muy alejados de los resultados alcanzados por los dos principales partidos, el Conservador y el Laborista—, hay un hecho acerca del cual vale la pena comentar: la austeridad económica puesta en práctica por el Primer Ministro triunfador, David Cameron.

La aplicación de medidas en Inglaterra, que han ido de los recortes al gasto y el despido de cientos de miles de empleados públicos hasta la reducción —cuando no eliminación— de beneficios sociales para millones de trabajadores en activo y pensionados y jubilados, ha sido tema constante de discusión en no pocos países europeos, estos últimos años. La austeridad económica es aún hoy, el elemento central de la disputa entre los gobiernos y los partidos que conforman la oposición.

El país donde la austeridad como programa para enfrentar la crisis económica alcanzó la mayor profundidad fue, sin duda, Inglaterra. Recortes que llegaron a porcentajes superiores al 25% en algunos programas llevarían, se decía, a la derrota aplastante del Partido Conservador.

Sin embargo, lo que sucedió fue exactamente lo contrario; dicho partido obtuvo una aplastante victoria la cual, es correcto y necesario calificar de histórica. Haber logrado 331 posiciones en la Cámara de los Comunes contra 232 de los Laboristas —de un total de 650—, dio al primero, no sólo la mayoría que le permitirá gobernar sin necesidad de alianza alguna sino que demostró, claramente, que la austeridad como estrategia política, da victorias cuando, no perdamos esto de vista, se aplica con firmeza y sin perder de vista cuáles son los objetivos a alcanzar.

¿Por qué en otros países europeos (a excepción de España, donde Mariano Rajoy —al igual que David Cameron— entendió perfectamente de qué se trata esto de la austeridad), cuyos problemas estructurales eran y son aún más profundos que los enfrentados en Inglaterra, particularmente Francia, no tomaron las mismas medidas que Inglaterra y España pusieron en práctica?

Esencialmente, por cobardía; por temor a la reacción de quienes han vivido por años del erario mediante beneficios sociales carentes, todos ellos, de la obligada sustentabilidad financiera. Aquéllos, otorgados a lo largo de los últimos tres o cuatro decenios, fueron el soborno que los políticos les dieron a millones para mantener una popularidad que demostró ser hoy, efímera y sin asidero alguno, salvo el torrente de recursos públicos que compró lealtades mientras hubo la forma de financiarlos con deuda. 

Esto, fue entendido a cabalidad por Cameron y Rajoy, quienes obraron en consecuencia; sus países, después de haber sentado nuevas bases en cuanto a beneficios sociales se refiere, y legislado para contar con mercados laborales acordes con la realidad demográfica y la productividad de sus economías, avanzan hacia la recuperación sostenida.

La lección inglesa y la que en pocas semanas nos dará España demuestran, sin duda, que la austeridad —cuando es aplicada correcta y firmemente— gana elecciones, no las pierde.

¿Y aquí, qué pensamos al respecto?

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