José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

13 May, 2015

Fase tres para mexicanos

La Ronda Uno de la Reforma Energética es el primer paso para la entrada de privados al sector petrolero y de gas.

La Ronda Uno ya tiene dos fases dirigidas a la exploración y desarrollo en aguas someras. Pero la gran diferencia con la Fase Tres, recién anunciada y publicada, es la de  promover una industria energética mexicana.

LLEGAN LAS LICENCIAS

Juan Carlos Zepeda, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, ha insistido que la Fase Tres es para desarrollar y alentar a la industria mexicana.

La Fase Tres acaba de publicar sus bases de licitación. Se trata de 26 campos, cuya adjudicación se anunciará para el 15 de diciembre de este año.

Se trata de 26 campos terrestres, lo cual facilita la tecnología y la implementación de las empresas mexicanas. No hay que ir a aguas profundas, ni tampoco hacer despliegue de exploración en campos difíciles. Hay otra diferencia respecto a las otras dos fases.

En la Fase Tres, por primera vez, las autoridades licitarán con base en licencias, pues lo venían haciendo con base en la figura de Producción Compartida.

La diferencia no es menor: con licencias se tiene una administración más sencilla del pago al Estado, mientras que con Producción Compartida el pago se va obteniendo con lo extraído de los pozos.

CONTENIDO NACIONAL

El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, comentó que esperan en los primeros cinco años una inversión de 620 millones de dólares en estos 26 pozos.

Y el porcentaje nacional de cada inversión deberá ser de 22%, para ir subiendo hasta 38% en el año 2025.

La Fase Tres busca desarrollar una industria mexicana en el sector energético.

SLIM Y DEL VALLE, AHORA COMPETIRÁN

Ya hay varios empresarios nacionales apuntados para el sector energético. No crea que son empresarios que apenas se van a buscar. Al contrario: se trata de inversionistas con experiencia, que saben hacia dónde van. Un empresario mexicano, que se preparó desde hace años para entrar el sector energético (tuvo buen tino), fue Carlos Slim.

Slim participó en la apertura energética de Colombia. Actualmente tiene la empresa Tabasco (colombiana) donde se quedó con el 95% e inversiones en YPF en Argentina, así como Bronco, una perforadora en Oklahoma y proveedoras de Pemex, como Swecomex, perteneciente a Grupo Carso.

También se encuentra Antonio del Valle. En primer lugar, su empresa Mexichem se ha transformado en una petroquímica con liderazgo latinoamericano. Ha comprado empresas como Dura-Line Corporation en EU, por la cual pagó 630 millones de dólares, o la alemana Vestolit, que costó más de 200 millones de dólares.

Del Valle está más que listo. Es curioso, ahora Slim y Del Valle, que son socios en otras empresas, aquí serán competidores.

BAILLÈRES, SALINAS Y ALFA SE PREPARAN

Supimos de la entrada de Alberto Baillères, quien anunció la creación de PetroBal, el brazo energético del Grupo Bal (Peñoles, Fresnillo, Palacio de Hierro, GNP, Profuturo, Médica Móvil).

PetroBal va dirigida, nada menos, que por Carlos Morales, quien fuera director de Pemex Exploración y Producción. Otro fuerte empresario mexicano que entró a energía es Ricardo Salinas Pliego a través de Typhoon, que brinda servicios para la perforación.

Alfa, presidida por Armando Garza Sada, junto con Harbour, acaban de comprar por cuatro mil 974 millones de dólares, nada menos que a Pacific Rubiales, con fuerte presencia en el sector energético de Canadá. Los pasos del consorcio regiomontano son claros: van al sector energético de manera decidida.

Y ya ni se diga de algunos empresarios que han estado de manera tradicional en el sector energético, como Ramiro Garza Cantú, con Grupo R, que tan sólo alquila las plataformas petroleras en cifras millonarias.

Es clave que la apertura energética también sea para empresas mexicanas. Ahí viene la Fase Tres.

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