Los consejos directivos están empezando a usar más herramientas digitales para acopiar información, conectarse con gente en ubicaciones remotas y presentar ideas más visualmente. Pero hay muchas otras herramientas que podrían estar usando para hacer mejor su trabajo.
A través de tecnología de realidad virtual, por ejemplo, los consejos directivos podrían ganar un conocimiento más profundo de sus compañías y del valor que crean. Al usar la tecnología para jugar el papel de cliente, inversionista, desarrollador de producto, etc., los miembros del consejo directivo podrían ver el negocio desde la posición estratégica de varias partes interesadas. Es un antídoto para el aislamiento por el que se critica a tantos consejos directivos.
¿Y por qué no incorporar inteligencia artificial (AI, por su sigla en inglés) a la toma de decisiones de los consejos directivos? La AI tiene la capacidad de cotejar e interpretar mucha mayor información que la gente; puede detectar patrones y tendencias que no nos resultan inmediatamente obvias.
Con ayuda de la AI, los consejos directivos pueden analizar todo el mercado con mayor rigor, permitiendo que la gente se enfoque en lo que mejor hace; formular las preguntas indicadas, usar su juicio, inspirar a los demás.
También, considere herramientas de redes sociales empresariales y programas de manejo de flujo de trabajo, como Yammer y Trello, que pueden facilitar una comunicación más dinámica entre los miembros del consejo directivo y ayudarlos a analizar sus actividades, interacciones, patrones de votación y así por el estilo.
Con un depósito central para comunicaciones, es más fácil compartir presentaciones, presupuestos, informes de calidad, evaluaciones de cumplimiento y análisis de apoyo.
La presión para que los consejos directivos se vuelvan más digitales está viniendo de un número de fuentes. Cada vez más, los inversionistas esperan que los consejos directivos igualen o superen su propia habilidad para recabar y analizar información. Las presidencias progresistas designarán más miembros del consejo con antecedentes digitales.
Por supuesto, a los ejecutivos podría preocuparles que más información en manos de los miembros del consejo directivo pudiera llevar a peores decisiones si no es examinada desde la óptica correcta.
Entonces, ciertamente habrá tensiones circundantes a que los consejos directivos se vuelvan más digitales. Se necesitará redefinir roles. La función de la presidencia inevitablemente cambiará.
Pero los consejos directivos que acepten esta tecnología también ganarán una perspectiva más clara de lo que está pasando en sus compañías y del ambiente en el que están compitiendo. Se volverán más productivos y más transparentes para los accionistas. El aumento en los dolores de cabeza más que vale la pena.
David Lancefield es socio de estrategia y economía en PwC. Carlo Gagliardi es socio de estrategia en la misma empresa.
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