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CIUDAD DE MÉXICO.- Los satélites Centenario y Morelos 3 traerán una gran revolución en las comunicaciones, ya que, además de su amplia cobertura, permitirá la comunicación de autobuses, automóviles, barcos, aviones y terminales fijas en la tierra, entre otras aplicaciones, dijo en exclusiva para Excélsior Jorge Juraidini, director general de Telecomunicaciones de México (Telecomm), organismo operador de la constelación Mexsat: Bicentenario, Centenario y Morelos 3.
En ese contexto dijo que ha comenzado la cuenta regresiva para que el sábado próximo, 16 de mayo, se concrete el lanzamiento del satélite Centenario, el segundo de tres artefactos que conformarán la flota Mexsat, y con el que el gobierno se concentrará en tres ejes específicos: mejorar la cobertura social; potenciar los servicios de protección civil y fortalecer las actividades de seguridad nacional.
Lo anterior implica que con el lanzamiento del Centenario se ampliará las capacidades para la presentación de servicios de banda ancha en todo el país, incluidas sus áreas oceánicas y mar territorial, además de que se apoyará a las poblaciones del país en casos de emergencia, provocadas por fenómenos naturales.
Así, el Centenario se convertirá en una herramienta que contribuirá en cerrar la brecha de servicios digitales, toda vez que se prevé que al cierre de la administración se cuente con una cobertura de 250 mil sitios de acceso libre a internet, con un ancho de banda adecuado que permita conectar a las comunidades que carecen del servicio.
En materia de protección civil, explicó que, se evitará lo que ocurrió en Baja California, que únicamente tenía conexión vía terrestre, que implicaba tener que orientar las antenas al satélite, lo que llevó a que se perdiera la comunicación.
Con este satélite en particular, lo que estamos generando, como uno de los grandes beneficios, es que no importando en donde te encuentres, ni a la velocidad que te muevas de un punto a otro, tú puedas estar conectado, con terminales mucho más sencillas. De hecho, se van a colocar en todas las naves aéreas, marítimas, terrestres y en general los usuarios que usan este tipo de comunicación se va a beneficiar”, explicó.
Así, no sólo se tendrá mayor eficiencia, sino el manejo de una cantidad mayor de tráfico, tanto de bajada como de subida, lo que representaría pasar de dos autopistas a diez.
Vía telefónica desde Baikonur, en la República de Kazajistán, Juraidini confirmó que ayer se realizaron dos pruebas adicionales de rutina en materia electrónica y de acoplamiento, por lo que se tiene previsto que mañana, a las 00:47 horas, tiempo de México, se concrete el lanzamiento del cohete Protón, que transportará al satélite Centenario hasta su posición orbital.
El proceso de lanzamiento constará de cinco etapas: desde el despegue del cohete hasta la separación del satélite; la cual ocurrirá a las 9:13 horas, después de haber iniciado el despegue a una altura mínima de 430 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
En junio del 2005, Satmex solicitó formalmente y por voluntad propia acogerse a un proceso de Concurso Mercantil, luego de un primer largo y fallido proceso de negociación con sus acreedores para reestructurar un pasivo de 800 millones de dólares.
No obstante, desde 2007 el gobierno mexicano planteó la necesidad de contar, nuevamente, con un sistema satelital propio ante la necesidad de proteger las tres órbitas satelitales y, sobre todo, garantizar las comunicaciones de seguridad nacional del país, ya que en todo momento, como organismo público y como empresa privada, habían estado en manos de Satmex.
De hecho, la pretensión del gobierno mexicano en 2007 y 2008, era contar con dos satélites con características sin precedente en el mundo; es decir “demasiado innovador”, lo que implicaba riesgos de diseño y por lo que fue necesario reprogramar y rediseñar el proyecto. De esta forma, con el lanzamiento y puesta en órbita del satélite Bicentenario. En diciembre de 2012, el Estado mexicano regresó a ser operador de un sistema satelital.
México se incorporó a la tendencia mundial en el aprovechamiento de la tecnología satelital en la década de los años sesenta, con la renta del satélite PS3 de la NASA para difundir los juegos olímpicos de 1968, aunque fue hasta 1982 cuando el gobierno mexicano adquirió su primer paquete de satélites propios, el Sistema Morelos (que dio origen a Satélites Mexicanos, Satmex, como empresa paraestatal) que fue renovado por los artefactos del sistema Solidaridad, del que todavía permanece en órbita el Solidaridad 2.
