Centenario, preocupaba ILS y… Boeing

El lanzador de satélites, ILS, ya había fallado. Tan sólo el 15 de mayo de 2014 el cohete Protón-M de ILS, similar al que lanzó el satélite mexicano Centenario, tuvo una falla y también fue en la fase tres de lanzamiento. Incluso la Federación Rusa ya había solicitado reformas para verificar los lanzamientos del cohete Protón-M, ante sus continuas fallas. Sin embargo, el gobierno mexicano no podía cambiar de lanzador porque le costaría una penalización de más de 50 millones de dólares, que se sumaría a las de por sí ya meticulosas cuentas que había sacado la Auditoría Superior de la Federación.

TAMBIÉN PREOCUPABA BOEING

Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, y su equipo cercano, como Mónica Aspe, subsecretaria de Comunicaciones, y Jorge Juraidini, director de Telecom, confiaban en que la empresa con capital ruso ILS (International Launch Services) no tendría problemas con el lanzamiento ni con su cohete Protón, que iba a servir de transporte al satélite Centenario. Más bien la preocupación era con el constructor del satélite, Boeing Satellite System, por una “irregularidad técnica” que parecía ser un tema de baterías, ya que Boeing había tenido fallas que también retrasaron el lanzamiento del Centenario.

ASEGURADORA MARSH PAGARÁ LOS 390 MDD

El tema, ahora, será verificar que Boeing construya bien y, desde luego, cambiar de lanzador. Además, viene el tema de cobrar el seguro por el Centenario. La SCT informó que el seguro costó 50 millones de dólares (la prima) y que cubrirá la totalidad de los 390 millones de dólares que costó el Centenario (300 millones de dólares en construirlo y 90 millones de dólares en lanzarlo). La compañía aseguradora es inglesa. Se trata de Marsh LTD, que pagaría la totalidad de los 390 millones de dólares, y lo haría sin que el gobierno mexicano deba pagar un deducible para cobrar el seguro.

Es un hecho: los satélites son un negocio de alto riesgo. El gobierno mexicano lo sabía y contrató un seguro. El tema fue que tanto el lanzador como el fabricante del Centenario habían retrasado su lanzamiento.

SE RETRASA FLOTA DE MEXSAT

Lo malo: se retrasa todo el sistema Mexsat. Actualmente sólo tenemos uno de los tres satélites funcionando. Se trata del satélite Bicentenario, lanzado en esta administración en diciembre de 2012.

El Bicentenario tenía otro fabricante y otro lanzador. El fabricante fue Orbital Sciences Corporation y el lanzador fue Arianspace. El lanzamiento se hizo desde la Guyana Francesa. El Bicentenario entró en operación en enero de 2013 y sirve para comunicación fija. El Bicentenario debe ser completado por el Centenario y por el Morelos 3, que serán dedicados a comunicación móvil.

El problema es que volveremos a tardarnos unos tres años en construir el Centenario, según informó Boeing… que ha tenido problemas “técnicos”.

Sobre el Morelos 3, se espera su lanzamiento para el 22 de octubre. Su lanzamiento sería desde Cabo Cañaveral, Florida, y a través de otra empresa, Locked Martin Commercial Launch Services.

Es indispensable ocupar esas posiciones orbitales para evitar perderlas ante la UIT, la Unión Internacional de Telecomunicaciones y, al contrario, darles un uso para educación, salud, vigilancia en frontera, clima y, desde luego, para seguridad nacional.

CUATRO POSICIONES ORBITALES

México cuenta con cuatro posiciones orbitales (114.9º oeste, 113º oeste, 116.8º oeste y 77º oeste).

Tres posiciones orbitales van a ser ocupadas por el sistema Mexsat, con el Bicentenario, y los lanzamientos del Centenario (que ahora tardará unos tres años) y el Morelos 3 (que se lanzará en octubre de este año).

Además de esas tres posiciones orbitales tenemos otra, utilizada por SES, la empresa satelital con sede en Luxemburgo, que opera el satélite Quetzsat 1. También se encuentra operando lo que era Satmex, que ahora es parte de Eutelsat. México debe aprovechar las posiciones orbitales que tiene. El sector satelital es de alto riesgo y por eso deberá asegurar no sufrir tantos retrasos y fallas en lanzamiento y fabricación, como se tuvo con el Centenario. Lo bueno: el costo del satélite se va a recuperar.