Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

18 May, 2015

Citi sale de Aeroméxico, Tricio se afianza

Se concretó, finalmente, la salida de Citigroup (Banamex) de Michael Corbat de Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, pues, en el curso de dos meses, se definieron los acuerdos para vender, en diversas operaciones, el 16.11 por ciento de la tenencia accionaria que retuvo en 2013. De hecho, hay que decir que sólo  se desprendió de un poco, porque en 2013 retuvo 17.91 por ciento de las acciones.

Delta Airlines Inc, que encabeza Richard Anderson, por su parte, adquiere ocho por ciento adicional comprando opciones sobre las acciones, a través de Barclays Capital Securities Ltd, representado en México por Raúl Martínez Ostos.

Ellos han adquirido, en diferentes momentos, acciones y opciones. La primera fue en junio del 2012, cuando adquirieron el 4.17 por ciento. Ese porcentaje ha crecido a 4.9% a través de compras de opciones.

Después el Fondo de Pensiones de Delta tomó opciones por el 2.2 por ciento de las acciones de Aeroméxico. Hoy la tenencia debe rondar el 15-16 por ciento, que podría incrementarse si las autoridades de competencia de ambos países le dan el visto bueno a la alianza por mil 500 millones de dólares que están escalando para retar de una vez por todas la dominancia de American Airlines y United en el mercado México-Norteamericano.

La tenencia de Delta, aun con la reciente compra, está muy por abajo de los porcentajes de IED permitidos para empresas aéreas en México; pero no descarte una colocación mixta de acciones en este mismo año, si las condiciones son adecuadas, porque uno de los problemas más importantes de la acción de Aeroméxico (de hecho lastraba el precio), era la incertidumbre sobre la permanencia de Citigroup en la aerolínea.

Con la venta, las posibilidades de una colocación primaria, e inclusive una oferta secundaria tomando en cuenta las recompras y las acciones reservadas en tesorería, podrían darle la liquidez necesaria al título para que su precio coincida con el valor real de la aerolínea bandera.

En relación al resto de la venta,  la mayor compra la realiza Eduardo Tricio, quien dejó, apenas en mayo, la presidencia luego de proponer a Javier Arrigunaga como su relevo.

Él tiene, en lo individual, como el diez por ciento de las acciones y, con la reciente compra, tendrá como el 15 por ciento, y si lo considera con el con junto de sus familiares y socios, la tenencia superaría el 20 por ciento.

Eduardo ha logrado una excelente relación con Anderson, y el compromiso de ambas empresas está dirigido a lograr ganarse el mercado con esta alianza a través de la mejor experiencia de sus clientes, teniendo como parámetros, algo que deberían aplaudir las autoridades aeronáuticas y del consumidor: índices de llegada a tiempo, índices de satisfacción, tiempos de conexión. 

El 8 de mayo entregaron la propuesta definitiva a la Cofece que preside Alejandra Palacios y, en el caso del DOT, la noticia de suspensión parece que se levantará. 

DE FONDOS A FONDO

Cuando la crítica supone envilecimiento, es peor que la abyección, por ello me resulta exagerado culpar al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparaza, del no éxito del lanzamiento del Satélite Centenario.

Es probable que debiera ir a Catemaco, a juicio de algunos, por la serie de coincidencias negativas que su área ha enfrentado, pero el no éxito en el lanzamiento, será cubierto con la póliza de 60 millones de dólares que se contrató con Marsh Ltd y, cuya reclamación inició en el momento en que LSE emitió el comunicado de prensa dando a conocer el fracaso del lanzamiento (notice of fail). 

El contrato de LSE-Proton, por lo demás, se suscribió en febrero del 2012, pero se convino como el primer lanzamiento que se realizó en 2013 en Guyana, entre 2010 y 2011, cuando se obtuvo el primer presupuesto multianual para el programa, y antes de que Molinar dejara la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. 

Si exageramos, como los críticos acostumbran, ¿tendríamos que responsabilizarlos a ellos o a Dionisio Pérez Jácome del fracaso, por haber escogido ILS-Protón para el lanzamiento del sábado? ¿Fue por precio, fue por razonabilidad técnica, que pasó en el inter, podrían haber previsto el desgaste presupuestal ruso que la guerra de Ucrania ha supuesto? ¿Verdad que es difícil responder? México no pierde, porque ni siquiera se paga deducible en el contrato. No cubre el precio, cubre la construcción, colocación y lanzamiento de uno nuevo, y si sale más caro por la inflación o por el tipo de cambio, no importa, aunque podrían ser más de 390 millones de dólares. Lo que importa, en realidad, es la reposición del bien y su colocación en el espacio.

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