Cómo Netflix utilizó tus gustos para crear 'House of Cards'

Ciudad de México.- Netflix sorprendió al mundo cuando anunció que realizaría su primera serie, en el formato de televisión, pero exclusiva para su plataforma de streaming. House of Cards llegó al sistema de Neflix en julio del 2013.

Hasta el momento se han realizado tres temporadas, y la empresa anunció que van por una cuarta. House of Cards es algo así como la nueva versión de una serie británica, la cual, es una adaptación de la novela de Michael Dobbs, y que fue transmitida por la BBC en 1990.

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Netflix no sólo innovó en la manera de distribuir películas, sino que también lo hizo por la parte de las series, es un producto creado a partir del Big Data de sus usuarios. En pocas palabras, es una serie hecha a la medida del público que utiliza Netflix.

El director de Comunicaciones de Netflix, Jonathan Friedland, declaró alguna vez:

Nosotros sabemos lo que ve la gente en Netflix, y tenemos un alto grado de confianza para entender que tan grande es la audiencia que está dispuesta a ver un show basado en sus hábitos de consumo”

La receta del éxito

El Big Data dio a Netflix la receta adecuada para crear un éxito, a sus suscriptores les gustaba ver películas en las que Kevin Spacey era el protagonista, y con el estilo de dirección de David Fincher (ambos, el director y el actor trabajaron juntos en ‘Seven’ 1995). Por medio de la misma información, supieron que la gente quería ver una nueva versión de la serie de BBC.

La empresa no gastó millones de dólares en promover la serie, ni en focus group, ni en estudios para ver la validación de la idea. Según el VP de comunicaciones de Netflix, Steve Swasey, por medio de los algoritmos se puede determinar quién podría estar interesado en Kevin Spacey o un drama político.

La distribución del contenido también influyó en la decisión de la empresa, pues así se enteraron que a la gente le gustaba ver grandes maratones los fines de semana. La magia de los 13 episodios por temporada fue parte de la receta.

La información recuperada por los 29 millones de suscriptores de Netflix, no deja duda sobre cómo se articuló el producto. Sin embargo, aún quedan por responder algunas cuestiones: hubo o no algún proceso creativo, o si formalmente se acabaron las fórmulas que antes explotaban los expertos en televisión.

Las cosas que sí sabe Netflix son las horas a las que se ven las series, los dispositivos donde se ve el contenido y los días predilectos. Poco a poco la empresa comenzará a juzgar y definir mejor los aspectos de lo que se ve en la plataforma. Se dice que han ido más allá, y analizan momentos específicos de hábitos de las audiencias por escena.

Otra duda que queda por despejar es, saber si dan total libertad creativa de editar al director, o hay alguna influencia por parte de los ejecutivos y gente de datos, para hacer los cortes precisos a cada uno de los bloques.

Esta es una primera prueba de cómo podría ser la televisión en el futuro, queda por ver, por cuanto tiempo es explotable y redituable el prefabricar series o cualquier formato de programa de televisión. House of Cards es la primera señal de un cambio social en el consumo de productos.

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Jbf