Haciendo cuentas

Si bien es cierto que para muchos ha sido anticlimático el proceso de licitación de cadenas de televisión abierta porque no se ajustó a la idea que tenían preconcebida del mundo, la realidad es que el proceso más importante para la competencia en este sector sigue con gran velocidad.

En un lado está el trabajo de excelencia que está desplegando Grupo Imagen Multimedia para arrancar operaciones el 1º de enero del año próximo en cuanto se dé el apagón analógico, que no debe ser retrasado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

En otro lado, la decisión que deberá tomar el pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones sobre qué hará con la cuarta cadena de televisión para cumplir con el mandato constitucional de licitarla.

En los últimos días han resurgido aquellos quienes están a favor de una licitación en regiones. Atrás de esta postura están algunos radiodifusores y medios de comunicación que no tienen una fuerte capacidad financiera, pero sí quieren colgarse la medalla de que están en la televisión abierta.

Sin embargo, este modelo no genera grandes sinergias. El mercado publicitario está concentrado en México, Guadalajara y Monterrey. La disminución de costos que algunos suponen no haría rentable una gran cantidad de estaciones de televisión abierta.

Es importante recordar que bajo este esquema no se beneficiarían de las reglas del must carry/must offer, es decir, no les sería sencillo llegar a la televisión de paga.

Mucho más allá, este esquema favorece al preponderante. Quien tiene una posición dominante prefiere que haya menos competidores y que se mantengan pequeños. Es mucho más fácil tener dos frentes abiertos que tres y peor todavía, que el nuevo entrante pudiera no sólo tener el equivalente a una cadena sino las dos que debe asignar el IFT.

CONCEPTOS

A pesar de que los “expertos” aseguran que la mayoría de los miembros del instituto que preside Gabriel Contreras están a favor de una licitación fraccionada, la realidad es diferente.

De hecho, abiertamente algunos comisionados han planteado que lo mejor que puede pasar a la competencia en la televisión abierta es que haya empresas con gran fortaleza económica, logística y de contenidos, así que fraccionarla tendería a disminuir la capacidad de enfrentarse a los dominantes del mercado.

Se trata de un tema en el que todavía no se han dado definiciones y en el que se tiene que valorar, además, temas como la capacidad económica de los interesados y cómo construir el precio adecuado considerando la posibilidad, que sería la más sensata, de licitar una cadena de televisión nacional.

La discusión aún está lejos de llegar a puntos de acuerdo y de ahí que sea poco probable que llegue al pleno en el corto plazo. No debe olvidarse que el esquema que encontró este instituto es ir construyendo consensos a través de algo así como preplenos.

DESCARADOS

Luego de que se dieran a conocer las sanciones en contra de instituciones de crédito en Estados Unidos por asociarse para manipular divisas, vale la pena centrarnos en Citigroup.

¿Mantendrá Michael Corbat la actitud puritana y que rayó en el racismo que utilizó con el caso de Oceanografía? No se le olvide que este funcionario lanzó una brutal campaña contra la administración de Banamex a raíz de este caso que, por cierto, no está cerca de terminar toda vez que no hubo consenso entre los acreedores y parecería que se trata de otra de las posiciones equivocadas del inefable Felipe Consuelo y el lamentable Ifecom.

Habló de falta de controles institucionales, riesgos morales y desde el punto de vista semántico mandó una y otra vez señales que simplemente no se tenía confianza en los mexicanos.

El caso de Oceanografía, más allá de lo espectacular, era tan menor para las finanzas de Banamex y Citigroup que en su más reciente reporte Enrique Torres Cantú señaló que ya habían superado totalmente el quebranto. Más allá, no tuvo que ver con acciones orquestadas por la administración como las que aplicaron el Departamento de Justicia de Estados Unidos y el Sistema de la Reserva Federal, luego de que este banco y otros se declararon culpables.

La posición de Corbat y quienes lo sostienen sólo habla de un profundo desprecio por uno de los mercados más rentables del mundo.