Víctor Beltri

Víctor Beltri

21 May, 2015

El hackeo a Córdova

El desarrollo avanzado de la tecnología implica nuevos retos y desafíos. Es natural: ahora son posibles supuestos que antes jamás se hubieran imaginado y que, en consecuencia, no están regulados correctamente por norma alguna.

Existen muchos ejemplos: desde los intentos de censura a redes sociales, por parte de algunos gobiernos, hasta la polémica reciente en torno a los servicios de transporte prestados a través de aplicaciones específicas, sin olvidar la reciente –y poco realista- regulación de drones. La tecnología resuelve problemas, es cierto, pero cuando es mal utilizada puede crear crisis de gran trascendencia. Como en el caso de las escuchas telefónicas al presidente consejero del INE, Lorenzo Córdova.

Es lamentable que ocurra en estas circunstancias, pero la permanencia del presidente del INE al frente del mismo está en entredicho. No por su desempeño, que en el pasado ha sido tan relevante como para llevarlo a la posición que ahora ocupa, y, en el presente, no ha sido puesto todavía a prueba, a la cabeza del órgano electoral, en una sola elección. No es por razón de su desempeño, pasado o presente, ni tampoco, en realidad, por los desafortunados comentarios que realizó en el marco de una conversación privada.

Si bien es cierto que algunas personas se sintieron, con razón, ofendidas, también lo es que, en realidad, lo que todos escuchamos no puede constituir, ni remotamente, una presunción de un mal desempeño en sus funciones. En realidad se trata de una conversación políticamente incorrecta, sí, pero en la que la burla no llega a trocarse en desprecio. Es una situación incómoda, pero que por sí misma no es suficiente para que deje sus labores.

El problema es ése, precisamente. La magnitud del impacto no es tal como para dejarlo incapacitado, pero lo coloca en una situación sumamente delicada, sobre todo en un contexto de crispación y violencia como el que estamos viviendo.

Suena más a aviso violento que a golpe contundente: cualquier grabación de un tono un poco más subido que surgiera después de esto, incluso aunque tuviera la candidez de la presente, podría ser utilizada para cuestionar la bona fide o la parcialidad del árbitro de la contienda. En estos momentos lo más importante es sacar adelante la elección y fortalecer las instituciones: más que el propio INE, o la figura de su presidente, es nuestra democracia la que está en juego.

El problema no es trivial. La tecnología, mal utilizada, puede crear grandes crisis: ¿cuántas grabadoras están encendidas en cada momento? ¿Cuántas conversaciones están siendo almacenadas, administradas, prestas a ser publicadas en el momento más incisivo? Es posible que Córdova tenga que renunciar para proteger a la institución que dirige y aportar certidumbre a la elección: pensar en la existencia de un demiurgo capaz de orquestarlo, y conseguirlo, es simplemente escalofriante.

La solución no es sencilla. Estamos, de nuevo, en la lucha entre quienes crean la artillería y quienes hacen el blindaje, como en el Baltimore Gun Club de Verne.

El encriptamiento de voz y datos, así como la presencia cada vez mayor de dispositivos seguros especiales, será la tendencia aparejada al surgimiento de hackers cada vez más sofisticados, que operan con ventaja sobre las fuerzas de seguridad del Estado.

La profusión de delitos electrónicos, la impunidad de quienes los cometen y la aparición cada vez más frecuente de registros de conversaciones privadas en medios de comunicación, con fines muy específicos, son pruebas fehacientes de una industria criminal floreciente y que opera sin restricciones en nuestro país. Para combatirla, es indispensable la innovación.

Lo invito a continuar la conversación a través de Twitter o de mi correo electrónico, donde responderé con gusto a sus preguntas. Innovemos juntos.

*vbeltri@duxdiligens.com

@vbeltri

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube