Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

23 May, 2015

Productividad

En días pasados la OCDE publicó el Compendio de Indicadores de Productividad 2015. También, recientemente entró en vigor la Ley para Impulsar el Incremento Sostenido de la Productividad y la Competitividad de la Economía Nacional.

Los datos muestran que México está mal en indicadores de productividad cuando se compara con los otros países de la OCDE.

El documento dice que en los últimos 15 años las diferencias en el crecimiento del PIB per cápita en los países integrantes de la OCDE se explican principalmente por el crecimiento del PIB por hora trabajada y no tanto por las horas de trabajo por
trabajador.

En cuanto al crecimiento en el PIB por hora trabajada lo que tenemos es que México junto con Grecia es el que tienen el mayor decremento para el periodo de 2007 a 2013. Por lo que respecta al periodo de 2001 a 2007 si bien la tasa de crecimiento es positiva para México, es de las más bajas que se observan.

En cuanto a la variable de horas de trabajo por trabajador lo que se observa es que en México está creciendo esta variable. Para el periodo de 2007 a 2013 pocos países tuvieron un crecimiento de este indicador como fueron Israel y Turquía.

El resultado es que el PIB por hora trabajada arroja que México ocupa el último lugar en los países de la OCDE por debajo de Chile, Polonia y Hungría.

La argumentación anterior nos permite concluir que el bajo crecimiento económico de México los últimos años está vinculado a la mala evolución de la productividad de nuestra economía.

Dicho lo anterior, pasemos a entender lo que sucede en México. Se observa que hay sectores en los que la modernidad y la productividad han llegado. Si los ubicamos estamos hablando de empresas a partir de cierto tamaño que se puede identificar en 500 empleados.

Los datos muestran que en ese sector la productividad promedio ha crecido de manera sostenida.

Para tener un mal desempeño agregado se necesitan que algunos sectores funcionen muy mal.

El primero está relacionado con las empresas productivas del Estado, Pemex y CFE. Con la disminución en la producción de Pemex y manteniendo la misma planta laboral, sí se ha tenido un efecto muy negativo en la productividad.

Un segundo sector que afecta es el de la informalidad. Las empresas en ese sector por definición son pequeñas e improductivas. Ellas no tienen los incentivos correctos para crecer y ser más eficientes.

Con el aumento en la tasa de informalidad, sobre todo en ciertos estados, lo que se genera es un problema en la productividad y por lo tanto en el crecimiento.

Un tercer sector de baja productividad es el del campesino que es pequeño propietario.

Pasando al que hacer para mejorar, será muy difícil revertir la tendencia ya que se tiene que mover a sectores clave con muchos intereses particulares.

Las acciones están en arreglar la casa: Pemex, CFE, informalidad, Estado de derecho y el campo. Para que nuestra economía tome una mayor dinámica tenemos que quitarle los lastres.

Lo segundo es mantener las condiciones para que los sectores que han venido evolucionando favorablemente continúen.


*Director general del FUNDEF

guillermozamarripa@itam.mx

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