David Páramo

Análisis superior

David Páramo

26 May, 2015

Salida regulada

Los taxistas de la Ciudad de México están cometiendo errores verdaderamente primarios, que hacen ver que sus dirigentes no conocen de una manera adecuada la teoría de la evolución: No sobrevive el más grande o fuerte sino el que mejor se adapta a las circunstancias.

Hemos visto actos delictivos en contra de conductores de Uber quienes han sido agredidos y vejados. Ayer, mediante marchas trataron de presionar a las autoridades de la Ciudad de México para que impida la competencia, lo que confirma que no entienden que el problema no es político sino de mercado, que no tiene que ver con una decisión de Miguel Ángel Mancera y sus subalternos sino con la demanda de un servicio que ellos han dado, en el menos malo de los casos, de una forma ineficiente especialmente para ciertos sectores de mercado.

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México se equivocó, de nuevo, tratando de hacer creer que el movimiento es de carácter político de cara a las elecciones. La Ciudad de México y el país es mucho más que el próximo proceso electoral. Suena increíble decir que van a esperar hasta después de las elecciones para hacer mesas de negociación.

Las acciones violentas e ineficientes de los trabajadores generaron una reacción contraria. Terminaron haciendo ver a Uber y Cabify como una suerte de víctimas de grupos violentos. Uber decidió regalar viajes con un costo de hasta 150 pesos, lo que generó buena voluntad, especialmente en el segmento de mercado que demanda buenos vehículos, trato amable y la posibilidad de contratar servicios de transporte en los cuales se utilizan medios electrónicos de pago.

Los taxistas legales deben realizar un análisis serio de la calidad del servicio que ofrecen, comprender que los consumidores se han cansado de vehículos que no tienen las mejores condiciones y, peor aún, que no son atendidos con elevados niveles de higiene y seguridad.

Gran parte de la mala imagen que tienen los taxistas se las deben a los piratas. Esos que ofrecen un servicio tan peligroso como inseguro, no sólo en la periferia de las ciudades sino también en torno a centros de oficinas y transporte.

Los piratas copian colores, formas de operación y causan verdaderos problemas. Basta tener un incidente vial para darse cuenta que se enfrentará a personas sin seguro ni licencia; sin intención de pagar y que no dudarán en armar una bola para agredirlo.

Si quisieran dignificar su profesión no sólo deberían aumentar los estándares de servicio, que también pasan por respetar el reglamento de tránsito, sino por crear una división de élite que pudiera competir contra opciones de transporte que usan la tecnología.

En contra del mejor interés del consumidor, buscan que se tengan que acostumbrar a un servicio mediocre en lugar de aprovechar la oportunidad para tener uno de mayor calidad que, sin duda, mejoraría sus ingresos.

MERCADO

Deben comprender que no están compitiendo contra otros taxistas, sino en contra de un servicio de choferes con vehículo. Uber y Cabify no son taxis sino una variante que aprovecha aplicaciones tecnológicas para dar el servicio. Garantiza al usuario el pago con tarjeta de crédito, conocer desde antes de subir al vehículo quién lo transportará, cuánto pagará y la ruta que tomará.

Que en caso de una diferencia tendrá, a través de su teléfono móvil, la posibilidad de hablar con el jefe para resolver cualquier clase de diferencia.

¿Los taxis convencionales pueden ofrecer esto? En este momento no, pero si no tuvieran una visión mediocre que busca que los usuarios se jodan porque es lo que hay, puesto que, desde el punto de vista de los choferes, también les convendría.

Los conductores de Uber y Cabify pagan impuestos, tienen seguridad aprovechando la tecnología ¿No es algo a lo que deberían aspirar todos los taxistas?

INTELIGENTE

Hasta el momento, una de las pocas voces inteligentes que se han escuchado sobre el tema es la del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, quien dice que la disputa se debe arreglar por la vía de la regulación a favor de los consumidores, es decir: reconociendo que no se trata de taxis piratas sino una nueva forma de transporte.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube