A periodicazos no crecerá la economía, sólo matarán moscas

Hace algunos años, cuando fui objeto de lo que coloquialmente llamamos periodicazos, y ante la negativa a caer en la provocación patrocinada por los afectados de decisiones que tomé, acudí a presentar mi renuncia y la respuesta de mi jefe inmediato es una más de las enseñanzas que de él he recibido a lo largo de los años: Vete a trabajar; no se te olvide que a periodicazos, sólo se matan moscas.

Hoy, cuando veo boletines, notas y comentarios de quienes intentan vender la manipulación de cifras como sustituto de políticas públicas correctas, el recuerdo de aquella conversación se hace presente. De ahí que no esté de más repetir, que con boletines transcritos por voceros oficiosos la economía no va a crecer y, entiéndanlo, a los problemas estructurales que nos impiden modernizarla, no les haremos ni cosquillas.

Durante las últimas semanas, debido quizás a que el 7 de junio está cerca, la andanada mediática ha arreciado; se toma una cifra sacada de contexto, y se concluye que nuestra economía va en crecimiento.

Se reenvían análisis que elaboran las áreas de investigación económica de éste o aquel banco con el fin, intento infructuoso, de influir en la opinión de no pocos analistas u opinantes críticos de la incapacidad exhibida por parte de los responsables de hacer que la economía deje el estancamiento, y crezca a tasas por encima de la mediocridad que nos acompaña desde hace 30 años. 

Es tal la desesperación, que no falta el funcionario que, aferrado de manera enfermiza a una tarea imposible —echar la culpa de su incapacidad y magros resultados a factores externos—, insista en presentar nuestra economía  en cuanto foro se presenta, como si estuviéremos en un periodo de franca y sostenida expansión. 

Los argumentos que esgrime para soportar su dicho, son de llamar la atención; por encima de las cifras sacadas de contexto, ahora afirma que nuestras finanzas públicas han reducido significativamente la dependencia en los ingresos petroleros, y lo dice de forma tal, que pretende dejar la idea de que esta reducción se debe, no a la caída brutal de los precios del petróleo y la reducción del volumen diario de extracción, sino a su atinada y eficiente labor.

Afirma, sin sonrojarse: En el primer trimestre de 2012 los ingresos petroleros representaron 40 por ciento de los ingresos del gobierno federal, apenas el año pasado, en el primer trimestre los ingresos petroleros eran todavía 30 por ciento. En este 2015 los ingresos petroleros representaron solamente 16 por ciento de los ingresos, es decir, hemos avanzado de manera muy acelerada en la despetrolización de las finanzas públicas, y lo estamos haciendo en un momento en que la economía sigue creciendo, es una de las economías que está creciendo más en América Latina, en que tenemos inflación baja, tenemos el desempleo cayendo, creciendo la formalidad, creciendo el empleo formal, y esto, sin duda, era uno de los objetivos fundamentales de la Reforma Hacendaria.

Para acabar pronto, México es hoy, mientras el mundo se debate en el estancamiento, el paraíso. Ante esta manipulación casi pedestre de las cifras, es obligado recordar que a periodicazos, uno sólo mata moscas.