Nuevo director de Bancomer

Es muy posible que el último acto como director general de Bancomer de Vicente Rodero sea entregar la copa de campeón de la Liga MX al Club de Futbol Querétaro (ojalá no a los Santos de Torreón) el próximo domingo por la noche.

Ayer se anunció la determinación de nombrar a Eduardo Osuna para asumir el cargo que dejó vacante Rodero, para asumir la dirección de banca comercial de, prácticamente, todos los territorios donde tiene presencia el BBVA.

Como recordará, el 3 de mayo registró una serie de ajustes tan sorprendente como de fondo en la operación de esta institución con sede en España. Se cambió al consejero delegado para converse en un banco enfocado en la tecnología y algunos ajustes, como la equivocada decisión de quitar funciones operativas a Nacho Deschamps y dejarlo sólo como consejero y el nuevo cargo para Rodero que, necesariamente, lo orilló a dejar la dirección general del principal banco del país.

En una comida convocada con gran premura por el presidente del consejo de administración, Luis Robles Miaja, a la que asistieron, prácticamente, todos los miembros, salvo Alberto Baillères, se les informó de la decisión de nombrar a Osuna como director general.

DE CASA

Como documentamos en esta columna, el 12 de mayo, al interior de Bancomer se había generado una cierta duda e incertidumbre, en gran medida por lo sorprendente de los movimientos que fueron informados a los implicados el mismo primer domingo de este mes.

Costaba trabajo entender que dejaría su cargo un hombre quien recién había tomado la nacionalidad mexicana, en lo que calificó como un símbolo de su compromiso con el país, así como el que hubieran relegado a uno de los iconos de Bancomer, Deschamps, por lo que el nombramiento de Osuna es total y absolutamente de casa.

No sólo es mexicano, sino que tiene una muy larga carrera dentro de Bancomer, es decir: no viene de BBVA o ni siquiera de Probursa o Multibanco Mercantil, sino que es uno de esos hombre hecho en la institución, donde ha pasado por una gran cantidad de cargos.

Quizá el más destacado fue encargarse de la integración de Hipotecaria Nacional al banco. Deberá recordar que la compra de esta empresa consolidó al banco como el más grande e importante en los créditos hipotecarios. Se trató de un proceso complejo en el que Osuna mostró una gran capacidad operativa.

LA PUNTITA

Los audios en los cuales se habla, sin filtro, de actos de corrupción, sólo son la puntita de violaciones a la ley como una práctica corporativa de OHL. La vergonzosa posición asumida, tanto por el presidente del consejo de administración, como por sus publirrelacionistas, tratando de hacer creer la teoría del asesino solitario, se está derrumbando de una manera escandalosa.

De entrada, el mercado sigue sin creer que se trata de un asunto aislado en una empresa de 35,000 trabajadores. El mercado sabe que el asunto no para con Pablo Wallentin, quien interactúa con altos directivos de la empresa como el director jurídico que, sin tapujos, analiza mecanismos para intentar sobornar a magistrados en temas como el Circuito Interior Mexiquense.

De hecho, la acción sigue en un tobogán de caída que, según parece, no se detendrá. Ayer la caída rondó el 10%, con lo que se confirma una pérdida de valor de un tercio de la compañía que, dicho sea de paso, no se ve con claridad que se pueda recuperar.

Cuando la Secretaría de Comunicaciones y Transportes solicitó una auditoría de fondo sobre los contratos que tienen con OHL marcó un parteaguas en el caso. El secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, anunció la contratación de auditores privados para cumplir el requerimiento hecho por el equipo de Gerardo Ruiz Esparza y es previsible que se encuentren muchos más actos de corrupción.

QUIROZ

Corren rumores de que Fernando Quiroz estaría integrando un grupo para hacerse del control de Banamex. La versión, de entrada, suena bastante exótica considerando que parecería que ya terminó la tormenta en la que se vio implicado el banco que dirige Ernesto Torres Cantú.

A pesar de la ridícula hipersensibilidad que tienen en este banco a los cuestionamientos, lo cierto es que aún no han terminado de pasar la crisis de Oceanografía en la que, curiosamente, Quiroz estuvo indirectamente implicado.