Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

30 May, 2015

Las 500 empresas familiares

Acabo de recibir un excelente trabajo de la empresa internacional Ernst&Young junto con la universidad de St. Gallen, donde clasifican a las 500 empresas familiares más grandes del mundo, de acuerdo a una selección bastante acertada. Los resultados  son previsibles, ya que hay docenas de empresas basadas en Estados Unidos, seguidas por negocios de la comunidad europea, en especial de Alemania, Italia y Francia, entre otros.

En Latinoamérica destacan Brasil y México con grupos conocidos por todos y de presencia mundial (América Móvil, Bimbo, FEMSA, Cemex y otras). El resto de las empresas familiares en la tabla se reparte crecientemente en Asia, con China, India y Japón en este panorama. Es simbólico ver que en áreas deprimidas como son África y Oriente Medio casi no hay negocios importantes en esta lista, aunque les aseguro que existen en todas partes decenas de millones de pymes de este tipo.

Entre los conceptos interesantes está la gran aportación de empleo que estas entidades generan por el mundo, como Walmart con dos millones 200 mil empleados (más que la ciudad de Puebla) y, también, las marcas automotrices como Ford, Volkswagen, Porsche, Peugeot, Tata, Fiat y Toyota, por dar unos cuantos nombres . También las cadenas comerciales como Auchan, Soriana, Sears, Chedraui y Comercial Mexicana que generan muchos empleos. En la otrora importante pero aún básica industria del acero destacan grupos de India.

Por antigüedad hay negocios que datan del siglo XVII, pero la fuerte creación de empresas se dio en las últimas décadas del siglo XX. Tal vez por su clasificación noté la ausencia de algunos conglomerados mexicanos como Televisa, Comex (recientemente vendida), Gruma/Banorte y otras, pero es sólo un detalle. Lo importante es que este esfuerzo de emprendedores-fundadores ha logrado crecimiento a tal grado que abarcan un fuerte segmento de la población productiva, crean decenas de miles de millones de dólares de ingresos y están, en muchos casos, a la vanguardia de los avances tecnológicos en sus ramos.

También hay empresas cuestionables por su giro, actos de explotación y falta de respeto a la sustentabilidad y los derechos humanos, cuyos nombres me reservo. No todo es perfecto, pero en su gran mayoría, las empresas familiares en todo el mundo son un termómetro del desarrollo económico, nivel de vida y, definitivamente, la estabilidad y seguridad de muchas  regiones. Su ausencia, por el contrario, provoca, conflictos, violencia, migraciones y pobreza.

Amigos lectores, los invito a que chequen esta aseveración en sus comunidades y vean si tengo razón o no. Una empresa familiar es un ser vivo, con alma y dinámica propias y hay que apoyar su continuidad y crecimiento.

Sigo convencido en el efecto benéfico de los negocios familiares en la sociedad, así como del grave peligro interno que las afecta, por lo que hay que ayudarlas. El 3 de junio doy un Seminario en México DF sobre Grupos Empresariales Familiares. Informes al 55 5294 8407, 55 5294 8633 o irma.direccion@hotmail.com

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