Edomex no se cierra a Uber

El jueves Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México, fijó su postura con respecto a Uber y ayer buena parte de la prensa impresa encabezaba sus notas diciendo: “Cierran la puerta a Uber en el Edomex”, “Edomex no permitirá operación de Uber”, etcétera.

Primero, hay que entender que la postura del líder de la entidad se da a unos días de la elección en la que el Estado de México renueva el liderazgo de sus 125 ayuntamientos en donde se encuentran lugares clave con una gran densidad de votantes como Nezahualcóyotl, que tiene un millón 110 mil habitantes y 280 mil hogares, Ecatepec con un millón 656 mil habitantes, Naucalpan con poco más de 800 mil o Chimalhuacán con 600 mil, etcétera, en todas estas áreas los 100 mil taxistas y las organizaciones que los agrupan, a los que se refirió Eruviel Ávila, son clave para el próximo proceso electoral y, por ello, para él era crítico mandarles una señal.

Sin embargo, escuchando el discurso palabra por palabra el mandatario estatal dijo que: “Quiero informarles que no voy a permitir que se genere una competencia desleal, aquí en el Estado de México hay 100 mil taxistas... y yo les quiero decir a los 100 mil taxistas que no voy a permitir una competencia desleal, este servicio (en referencia a Uber) no está formalmente autorizado en el Estado de México, no me cierro, vamos a escuchar sus planteamientos, pero no vamos a tomar ninguna decisión sin escuchar a las asociaciones y organizaciones que representan a nuestros taxistas”, lo interesante de la declaraciones de Eruviel Ávila es que no se cierra la puerta, simplemente se menciona el concepto de una competencia desleal, cuya definición estará sujeta a cómo se defina el servicio que brindan este tipo de aplicaciones y, a partir de ahí, se podrá determinar si son o no una competencia desleal.

En segundo lugar sería inútil y contraproducente que el Estado de México realizara operativos en contra de Uber y Cabify debido a que sería imposible establecer mecanismos para distinguir a Uber de un automóvil particular máxime cuando estas compañías le están pidiendo a sus usuarios que vayan en el asiento de enfrente y a los choferes que no utilicen corbata. Ayer, el secretario de Movilidad del Estado de México, Isidro Pastor, afirmó que no realizarán operativos en contra del servicio.

En tercer lugar la presión de los taxistas organizados del Estado de México no es tan intensa debido a que Uber no parece significar una amenaza significativa, al menos no todavía.

En conclusión, las declaraciones del gobernador le dan tiempo y margen de maniobra de cara a la inminente elección, ya después podrá rectificar posiciones y ajustarse de cara a la experiencia que aporte el Distrito Federal, ya que quedaría mal posicionado frente a Miguel Ángel Mancera en caso de impulsar una reforma restrictiva en contra de Uber y Cabify. 

De cara a futuras aspiraciones presidenciales la decisión y las posiciones tendrán que considerar que hay una creciente clase media que será más sensible a la respuesta regulatoria de los gobiernos ante el auge de modelos de economía colaborativa como Airbnb, Uber, Eatwith, Blablacar, Tripda, Solvers, etcétera. Aquella autoridad que entienda que este tipo de compañías pueden ser una herramienta para incentivar la creación de empleo formal en un país en donde 57 por ciento de las personas empleadas se encuentran en la informalidad, puede encontrar una mina de oro política.

No es casualidad que Alejandra Lagunes, coordinadora de la Estrategia Digital Nacional del gobierno federal, haya tuiteado #Ubersequeda.