Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

8 Jun, 2015

El futuro económico pinta dudoso en el mundo

Como se ha observado en México y en el resto del mundo, en los momentos de inflexión económica —cuando la economía pasa de expansión a contracción, o al revés— coexisten indicadores con signos encontrados. Por un lado, suben algunos, a la vez que se perciben señales de desaceleración en otros, mismos que pueden ser presagios de un nuevo rumbo.

En ese proceso y en este momento, México está corriendo similar suerte que Estados Unidos, con sus respectivos indicadores. Estados Unidos ha dado señales de debilidad y contracción en el gasto del consumidor, con una reversión después de casi dos años de expansión, con reflejos congruentes en sus mercados laborales y en el empleo.

Nuestro país, a su vez, está viviendo las consecuencias de sectores de lento crecimiento y otros exitosos, como la producción y venta de vehículos, que se expande a ritmos recientes de 20.8 %, por la producción y venta de 502 mil 935 autos en los primeros cinco meses del año en curso; un alza récord para un mismo periodo en los últimos seis años, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

Pero a la vez se perciben tendencias diferentes en los mercados, como la cautela que están mostrando los consumidores, al mismo tiempo que crece la preocupación por la inseguridad y sus efectos en la actividad económica, como lo evidenció una encuesta reciente del Banco de México.

En un inédito discurso en el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, Lael Brainard, integrante de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos, declaró que no se podía descartar que hubiera un freno significativo en la economía de su país y que era recomendable “una espera vigilante” mientras se integraban datos “para determinar el impulso de la economía” y las acciones a tomar.

Ese país tiene pendiente una elevación en su estructura de tasas de interés, para enfriar lo que consideran una tendencia peligrosa de sobrecalentamiento de su economía, con una revaluación del dólar y disminución en sus exportaciones, y momentos recesivos que han sufrido algunos de sus sectores productivos. Así su Producto Interno Bruto pasó de 2.4% en 2014, al 2.0% esperado para 2015.

Para México, de septiembre hasta diciembre del año pasado —todos los meses de 2014— fueron bajando las estimaciones del PIB esperado para 2015, de 3.87% a 3.50%, y continuaron bajando las proyecciones de los especialistas del sector privado, a partir de enero  del año en curso, hasta el 2.66% en mayo 2015.

Coincidiendo todos en que el futuro económico sigue dudoso.

Por su parte, la SHCP modificó su proyección de crecimiento en 2015 de 3.70% a 2.70%;  el Banco de México la suya, de 3.00% a 2.50%;  la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de 3.90 a 2.90%;  el Fondo Monetario Internacional de 3.20% a 3.00%; la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de la ONU, de 3.20% a 3.00 por ciento.

La crisis del precio del petróleo ha sido importante en esta situación, igual que el lento crecimiento de Europa, que está viviendo, con los efectos de la debilidad evidente de Grecia, y su probable abandono de la zona euro. El gran motor de la economía mundial, China está sufriendo un exceso de capacidad fabril, por la fuerte reducción de su demanda. Por lo tanto, se amplían los riesgos de deflación global.

                (*)Economista @acanovelez

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube