Elecciones e inflación

Desde que en 1992 durante la campaña presidencial Bill Clinton le dijo a George H.W. Bush its the economy stupid siempre se ha subestimado el impacto de la salud de los bolsillos en las urnas electorales. Naturalmente en estos días hemos visto muchas interpretaciones del resultado electoral del domingo pasado y aunque correlación no implica causalidad puede resultar útil observar los datos económicos y el resultado electoral.

Mucho se ha hablado del mediocre crecimiento que ha tenido México y también se ha señalado que el desempeño económico de nuestro país si bien no es boyante, con un avance de 2.5 por ciento a tasa anual en el primer trimestre, se compara bien con respecto a la caída de 1.6 por ciento de Brasil en el mismo periodo o Perú con su 1.7 por ciento de crecimiento y ya no hablamos de Argentina o Venezuela. Aunque destaca Colombia que tiene mejores perspectivas de crecimiento para este año que nuestro país.

LOS DATOS DE INFLACIÓN 

Más allá del crecimiento económico, otro dato que puede funcionar mejor para evaluar la salud de los bolsillos de la población es la inflación. El indicador de precios da un buen panorama del poder adquisitivo de la población, por supuesto puede variar de decil a decil porque a mayor pobreza se gasta más en alimentos y también puede variar de acuerdo con la geografía, debido al uso de aire acondicionado que consume un mayor porcentaje de los ingresos de los habitantes de la zona norte del país.

En cuanto a la inflación es claro que México se compara muy bien, ya que ayer se dio a conocer que en mayo se ubicó en el nivel más bajo de su historia con 2.88 por ciento a tasa anual lo que se compara positivamente contra Brasil en donde la inflación se ubica por encima del 8 por ciento o Perú en donde fue de 3.37 por ciento. Venezuela tiene la inflación más alta del mundo y en Argentina se ubica por encima de 15 por ciento de acuerdo a proyecciones privadas debido que las cifras oficiales no son fiables.

LAS URNAS Y LOS PRECIOS

En las elecciones intermedias de julio de 2003 la inflación un mes antes del proceso electoral era de 4.27 por ciento a tasa anual y el partido en el poder era el PAN que obtuvo 30.79 por ciento de los votos frente a un PRI que tuvo ese año 23 por ciento y el PRD 16.7 por ciento. En ese proceso el PAN venía de tener 38 por ciento de los votos en la emblemática elección presidencial de 2000, aunque lo había logrado en alianza con el Verde. En 2000 el Acción Nacional tenía 207 diputados mientras que en la elección de 2003 quedó únicamente con 148 legisladores en dicha Cámara. Entre 2000 y 2003 prácticamente no se había logrado aprobar ninguna reforma significativa en materia energética, de telecomunicaciones o fiscal y esa dinámica continuó en el resto de dicho sexenio. 

En la elección intermedia de julio de 2009 el Índice Nacional de Precios al Consumidor se ubicó en junio en 5.74 por ciento y el PAN que estaba a cargo del ejecutivo obtuvo 28 por ciento mientras que el PRI remontó y logró 36.9 por ciento de los votos y el PRD 12.2 por ciento. Acción Nacional pasó de tener 206 legisladores en la Cámara de Diputados en 2006 a tener sólo 142 en 2009.

En este año con 98 por ciento de las casillas computadas el PRI logró captar 29 por ciento de los votos, el PAN 20.89 por ciento y el PRD, 10.83 por ciento y los análisis proyectan que el PRI tendrá en la próxima legislatura 200 curules aunque en alianza con el Verde sumará 45 más y 11 más con Nueva Alianza. Un dato clave de la inflación vinculado a la elección es el subindicador de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno que se ubicó en mayo de este año a tasa anual en 2.90 por ciento mientras que en 2003 fue de 5.31 por ciento y en 2009 4.31 por ciento. Las reforma energética se manifiesta favorablemente en la inflación y quizás también en las urnas.