Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

12 Jun, 2015

Preinternación, costosa para aeropuertos y aerolíneas

El secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade fue el primero en festejar que se aprobara, en abril pasado, en fast track , antes de terminar el periodo ordinario, las modificaciones a la Ley de Armas de Fuego y Explosivo que les permitirá a los  agentes extranjeros aduanales y de migración aportar armas en territorio nacional.

México podrá unirse, así, al reducido grupo de seis países entre ellos Irlanda, Canadá y Abu Dhabi, que tienen la preinternación o preclearance que, dicho con precisión, permite que una zona del aeropuerto se considere territorio de Estados Unidos y puedan pasarse los trámites de migración en México.

La ventaja para los pasajeros es que, en ciudades como Los Ángeles, Miami, Atlanta, y en las que por el elevado número de aviones que llegan pueden pasar horas antes de cruzar aduana, se reducen los tiempos de espera. De esta manera, si algún pasajero es rechazado, ya no se vería en la penosa necesidad de pasar horas o días encerrado en un cuartito, antes de ser deportado a México.

Hay, sin embargo, varios problemas. El primero es el elevado costo que implicará destinar un área para el  preclearence, y no sólo por el recinto aduanal que será considerado como territorio de Estados Unidos, sino también para las aerolíneas, porque, además, tendrá que haber salas especiales de abordaje, en las que no se podrán mezclar los pasajeros ni, mucho menos, el equipaje que es revisado bajo las estrictas reglas de seguridad de Estados Unidos. Todo ello implica un gran reto de logística, no sólo para los aeropuertos sino para las propias aerolíneas.

El costo de estas salas no sería pagado por el gobierno de Estados Unidos, sino por México. Al costo de la nueva aduana, habría que añadir el traslado de los agentes aduanales que  también correría a cargo de nuestro gobierno, que es quien solicitó la preinternación.

NI GAP, NI OMA, NI AICM QUIEREN

En un principio, se pensó que podrían abrirse salas de preinternación en los aeropuertos de Los Cabos, Cancún, Puerto Vallarta, así como en las grandes ciudades que tienen los mayores vuelos a Estados Unidos, como son Cancún, Monterrey, Guadalajara y el Distrito Federal.

Sin embargo, en una primera reuníon con autoridades del Instituto de Migración, y representantes de las Secretarías de Hacienda, Gobernación y Turismo, quedó muy claro que ni Grupo Aeroportuario del Pacífico, que opera Guadalajara, Los Cabos y Puerto Vallarta quieren realizar la cuantiosa inversión que implicaría y que se traducirá en un incremento en el TUA; es decir: en un mayor costo para los pasajeros, ya sea que viajen o no a Estados Unidos.

Grupo OMA, que opera Monterrey, tampoco está a favor del preclearance; menos lo está Alejandro Argudín, director general del AICM, no sólo porque sería absurdo realizar una cuantiosa inversión, cuando el nuevo aeropuerto estará operando, supuestamente, en 2020, sino porque tampoco hay un espacio físico en donde pueda instalarse una aduana de Estados Unidos ni destinar salas especiales de arbordaje.

INICIARÁ CON CARGA, CANCÚN Y NAICM

Lo que se acordó, en esta primera reunión, entre autoridades, líneas aéreas y directivos de los grupos aeroportuarios es seguir analizando el tema y para comenzar se debe presentar un proyecto ejecutivo y definir el costo mínimo de inversión, del área que se requiere y de todas las medidas que exige el gobierno de Estados Unidos.

Todo indica que el preclearence iniciará con carga donde hay grandes ventajas para el comercio exterior y, en el caso de pasajeros, se modificará el proyecto del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para que se incluya la preinternación.

Y la primera ciudad que, seguramente, tendrá la preinternación será Cancún que es, después del AICM, el aeropuerto que más vuelos internacionales recibe.

Fernando Chico Pardo, presidente de ASUR, quiere hacer de Cancún el mayor hub de México, pero el reto, no sólo de Cancún, sino de cualquier otro aeropuerto en el que se permita el preclearance, es que realmente la zona de aduana y migración opere con eficacia y rapidez.

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