Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

20 Jun, 2015

Internet desde el espacio

La penetración de internet en México ha superado el 50% y como ha ocurrido en otros países una vez que se supera dicho umbral empiezan a darse fenómenos sin precedente que tienen eco en varios ámbitos sociales, políticos y económicos. Por ejemplo, los habitantes de un país comienzan a consumir información de manera diferente, así como productos y servicios. En algunas actividades económicas las barreras de entrada disminuyen, aunque el statu quo las quiera mantener, en el ámbito político un ejemplo lo muestran los candidatos independientes quienes desafiaron con éxito el orden establecido.

No obstante, lo que predomina en México y en muchos otros países es que el internet de banda ancha aún se encuentra muy limitado, debido a que requiere una gran inversión en infraestructura de fibra óptica y las barreras de entrada para nuevos jugadores que lo provean  siguen siendo altas.

El cambio podría venir del espacio dado que se puede lograr una cobertura más universal a través del internet satelital que hasta ahora es muy costoso y poco viable para grandes sectores de la población, debido a varios factores. El primer factor tiene que ver con la cantidad de satélites que se tienen que colocar ya que en las órbitas más lejanas la latencia, es decir, el tiempo en que se tarda un satélite en recibir y transmitir información es más grande lo que hace imposible videollamadas o un buen número de aplicaciones, por ello es que las soluciones para proveer internet masivo de banda ancha desde el espacio pasan por establecer un gran número de aparatos en órbitas muy bajas, lo que reduce la latencia. Esta lógica nos lleva a los siguientes dos problemas: el costo de los satélites y el costo de colocarlos en el espacio.

Hasta ahora el gran problema para hacer satélites baratos son los insumos, que son muy caros y en segundo lugar la mano de obra, dado que no se pueden hacer en serie y se requiere a una gran cantidad de ingenieros especializados para producir cada uno de ellos, dichos ingenieros cobran caro. El 70% del mercado de la fabricación de satélites la tiene Estados Unidos, luego sigue Europa con 17% y China con 5%, aunque no los vende.

Hay dos hombres que buscan cumplir con el objetivo de proveer banda ancha satelital, se trata de Greg Wyler y Elon Musk. El primero fundó en 2012 una empresa llamada Oneweb con el apoyo de Richard Branson, de Virgin Group, y Paul Jacobs, de Qualcomm. Wyler forjó su experiencia al lanzar una compañía de telecomunicaciones en Ruanda y tiene a su vez una empresa que fabrica satélites baratos denominada O3b y que ya tiene 12 en funcionamiento.

Por otro lado hace unas semanas el empresario sudafricano Elon Musk anunció que buscará colocar una constelación de cuatro mil satélites pequeños de bajo costo que estarán destinados a órbitas bajas. Musk tiene como ventaja que es dueño de Space X, compañía que fundó con la visión de llevar humanos a Marte y que ya ha logrado bajar sustancialmente el costo de poner un satélite en el espacio, el costo podría bajar aún más de tener éxito con su cohete Falcon 9 que es reutilizable.

Hay otros jugadores como Mark Zuckerberg de Facebook y Larry Page de Google, que también están buscando una cobertura universal de internet, pero a diferencia de los anteriores uno a través de drones y el otro con globos. Al parecer Zuckerberg no ha tenido avances sustanciales.

En un máximo de diez años el internet universal de banda ancha estará mucho más extendido lo que significará un cambio radical para las empresas de telecomunicaciones que enfrentarán una competencia todavía más intensa y por supuesto tendremos sociedades en las que el poder estará mucho más diluido en todos sus ámbitos. Los negocios se seguirán transformando profundamente por lo que hay grandes oportunidades y nuevos emporios esperando a surgir.

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