José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

6 Jul, 2015

Etiquetado, ¿claro o confuso?

En un país como México, donde vivimos una de las peores epidemias de obesidad del mundo, debe existir una clara advertencia a la población sobre los productos.

Las autoridades sanitarias dieron a conocer el etiquetado para  32 mil productos de alimentos procesados y bebidas. El problema es saber si el nuevo etiquetado es claro y contundente. Hay quien duda de que sí lo sea.

ETIQUETADO: DOS MIL CALORÍAS POR DÍA

El etiquetado tiene avances notables. Mikel Arriola, presidente de la Cofepris, la Comisión Federal de Prevención contra Riesgos Sanitarios, recuerda que son cuadros que vendrán en la parte frontal, pero sobre todo que se basan en cuidar una dieta universal de dos mil calorías.

Con estas dos mil calorías, el etiquetado va cuidando cuánto consumes de grasas, azucares y sodio. El problema es si los consumidores podremos saber leer tales etiquetas.

La lectura de las etiquetas, supuestamente, es sencilla, pero lo podría ser mucho más.

La organización de El Poder del Consumidor ha puesto como ejemplos los semáforos de verde, amarillo o rojo que utilizan otros países. O bien el número de cucharadas.

ETIQUETAS QUE NO SERÁN FÁCILES DE LEER

Desde luego, la industria de compañías de alimentos y bebidas sí quedó conforme con la medida del nuevo etiquetado. Así lo muestran las declaraciones de Jaime Zabludovsky, presidente de ConMéxico.

El problema sigue siendo el mismo: las etiquetas no son claras ni te advierten. Incluso parece que todos están de acuerdo en mantener el sentido de las dos mil kilocalorías, pero en lo que se está en desacuerdo es en tener un etiquetado que, a pesar de estar al frente, no te logre advertir gráficamente del consumo de grasas, sodio o calorías.

OBESIDAD CUESTA 85 MIL MDP

La situación de sobrepeso en México es grave: es causa de enfermedades como la diabetes y origina un gasto al país de 85 mil millones de pesos anuales, según lo recuerda el IMCO.

Tan sólo los adultos obesos en México son la mayoría: 73 por ciento. Mientras que, en los niños, lamentablemente, también presentamos casos de obesidad en 35% de los infantes.

ENTRE IMPUESTO Y ETIQUETAS

Ante tal situación, el gobierno debe combatir la obesidad de manera enérgica, por ser un problema de salud pública que afecta la productividad laboral y con un grave costo al erario. Sin embargo, no en todos los casos la instrumentación de políticas públicas ha sido acertada.

Ahí está el caso del impuesto a los productos con alta densidad calórica. El SAT recuerda que, por el impuesto a los alimentos con alta densidad calórica, se han recaudado 13 mil 284 millones de pesos durante el último año.

Sin embargo, esto no se ha visto reflejado en acciones para prevenir la obesidad: bebederos de agua potable en las escuelas, gimnasios al aire libre o nuevos parques. Dichos impuestos no están dirigidos a combatir la obesidad.

Y ahora los etiquetados a los 32 mil productos de consumo y bebidas, si bien son un fuerte avance en combatir la obesidad, no traen la claridad gráfica suficiente para el consumidor mexicano.

GRECIA: BANCO CENTRAL EUROPEO TIENE LA PALABRA

En Grecia ganó el No. En el referéndum a la población, como era de esperarse, los griegos votaron por rechazar la política de austeridad para pagar a sus acreedores.

Ahora el Banco Central Europeo va a definir si sigue siendo el banco de última instancia de los bancos griegos, pues la salida del euro es una salida cada vez más viable.

Sin embargo, Alexis Tsipras, primer ministro griego, dio a conocer una salida interesante: reconocer que la deuda de su país no vale lo que dicen los acreedores, sino que es menor, pues si la llevan al mercado, dicho débito valdría 30% menos.

Si la deuda griega logra una quita de capital, que además venga avalada por el FMI, podríamos hablar de una solución concertada. Esta semana se define todo. Mientras tanto, los mercados a temblar.

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