Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

10 Jul, 2015

¿Y quién audita a Telepeaje Dinámico?

No conforme con haber asumido un compromiso, para el que no se preparó en tiempo y forma, el colmo es que hoy Telepeaje Dinámico, que dirige Arturo Juncos, salga con que su sistema de conciliación de pagos, durante diez meses, “no cobró ciertos cruces de usuarios de carreteras concesionadas o de peaje”, y ahora exige a las operadoras que les repercutan el cobro a sus clientes con el argumento de que “no lo enviaron o realizaron en su momento”.

Me pregunto hasta dónde llega la ineficiencia, porque al menos, y producto del trabajo de muchas personas y empresas, los cruces se cobran y se facturan para efectos fiscales mes a mes, y que yo sepa, el SAT, de Aristóteles Núñez, no acepta que le presente un contribuyente, persona física con actividad empresarial o moral el “pago extemporáneo de un servicio recibido”.

Al que le mandaron el cobro mayor, dicen que como 200 millones, es a I+D, que lleva Gabriel Ruiz Padilla, –la que se está transformando a Pase I+D porque ya perdió la marca IAVE y es sociedad de Inbursa, de Marco Slim, y BBVA Bancomer, de Luis Robles–, anote después a Televía, de OHL de Sergio Hidalgo, con unos 90 millones; de ahí hacia abajo a ViaPass, de Pinfra como 30 millones; EPass del gobierno, de Chihuahua; y QuickPass, de Isolux.

El escándalo es mayor si considera que muchos son prepagos y se están cobrando a lo chino cuando el usuario recarga y, los que están domiciliados, se encuentran con un cargo extraordinario antecedido por un correo electrónico en el que se dice que desde que se inició la interoperabilidad en las autopistas de cuota del país, el 11 de agosto de 2014, el tal Telepeaje Dinámico, que opera autopistas de Caminos y Puentes Federales, que lleva Benito Neme, informó que tenía registros de cruces que no había enviado para su repercusión que fueron usados por los usuarios de cada uno de los tags en fechas pasadas, en autopistas donde antes no podían cruzar y, en vista de lo anterior, se los mandan a cobro.

Y el colmo es que mandan una relación que el usuario no puede corroborar, porque si lo recuerda, en aquellos meses, por acuerdo con la SCT y para resolver su galimatías y falta de inversión y descuido, se liberaron los accesos y no cobraron.

En fin. Todos se lavan las manos y al usuario no lo defiende ni la Profeco, que lleva Lorena Martínez.

¿Usted cree que es válido pagar la ineficiencia, y que el susodicho concesionario a la fecha, no haya sido sancionado efectiva y públicamente por haber incumplido con los compromisos técnicos y financieros con los que asumió la concesión? Eso es lo que Claudio X. González, llamó ayer ante el presidente Enrique Peña Nieto, un claro ejemplo del binomio corrupción-impunidad. ¿No cree?

DE FONDOS A FONDO

Ya le decía que será en septiembre y no antes cuando el convenio bilateral de transporte aéreo entre México y Estados Unidos sea votado en el Senado mexicano. En los últimos días se han añadido comentarios de la Secretaría de Hacienda, de Luis Videgaray, y de la Cancillería, de José Antonio Meade. Esto hace imposible que el convenio esté listo antes del inicio de sesiones del Congreso en septiembre, como se ha mencionado. Una noticia más que se agrega a este complejo expediente es la extensión del plazo por parte de la Comisión Federal de Competencia, que preside Alejandra Palacios, para solicitar información adicional a Delta y Aeroméxico con motivo de su solicitud de concentración.

Este cambio de señal confirma que la Cofece busca alinear los tiempos con el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) para analizar el Antitrust Immunity simultáneamente con la concentración. Es poco probable que ambas instancias otorguen esta autorización antes de la entrada en vigor del bilateral el 1° de enero de 2016, pues al menos la propia Cofece lo identifica como un “caso excepcionalmente complejo”.

Un elemento que pone en jaque las investigaciones de la autoridad en competencia es la resolución positiva que recibió el sindicato de Líneas Azteca, en la que determina que los slots son un bien comerciable. Esto podría no sólo reclamar los slots de Mexicana como parte de sus activos, sino que también pone sobre la mesa la venta de los mismos por parte de Aerocalifornia a Interjet, además de la posibilidad de que cualquier aerolínea los coloque en su balance, tal como ocurre en otras partes del mundo. En este sentido se vendría abajo la opción de retirar slots a las actuales aerolíneas que operan en el AICM, de Alexandro Argudín y afectaría la normatividad de la SCT, de Gerardo Ruiz Esparza.

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