Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

11 Jul, 2015

Seguimos con Grecia

El sábado pasado hacía una reflexión de contexto sobre el caso de Grecia. En esta ocasión me voy a concentrar en revisar lo que ha sucedido durante la semana y entender las fortalezas y debilidades de las partes.

Empezaré por comentar sobre el referéndum del domingo pasado. Ante la pregunta de si debían o no aceptar las condiciones de los acreedores extranjeros la respuesta fue un NO contundente. Esto hay que entenderlo en su justa dimensión.

 Fue un ejercicio de voto libre en el que hubo una mayoría democrática. Este voto se debe interpretar como uno en favor de la soberanía griega y contra el intervencionismo. Creo que no fue un voto que se fundamentó en la racionalidad económica de la decisión.

Llevado de manera literal, el resultado del referéndum debía apuntar a un rompimiento en la negociación y a ir por condiciones muy diferentes a las previas.

La información que ha fluido durante la semana es muy distinta. Hay un regreso a la mesa con propuestas de ajuste económico de los griegos que en términos generales se parecen bastante a las que se venían dialogando en las semanas anteriores.

El análisis relevante es tratar de entender el porqué de esta actuación no del todo consistente. En ese escenario hay que entender las fortalezas y las debilidades de los griegos.

En escenarios similares de crisis fiscal y de endeudamiento en otros países una herramienta que se utiliza para mejorar la competitividad es devaluar la moneda.

Hoy los griegos al estar en la zona euro no tienen esta herramienta a su disposición.

Otro tema es que necesitas de aliados que te apoyen en la etapa difícil. En la zona de la Comunidad Europea no se ve quién vaya a defender a los griegos. De los americanos, japoneses, chinos y otros no percibo un interés por respaldar a Grecia en este contexto.

Si en términos generales sólo tiene el apoyo verbal de algunos líderes latinoamericanos, pero no hay apoyo económico real se ve complicado.

Un tercer tema es cuál va a ser el motor de impulso de la economía. En México en 1995 fueron las exportaciones. No se ve que Grecia tenga a su disposición un arma económica poderosa.

Un cuarto tema es el sector bancario que hoy está en una situación muy vulnerable y que puede generar un problema mayor si no se le atiende.

Por lo anterior, la economía griega no tiene las fortalezas para salir bien librado en el corto plazo de un enfrentamiento. Creo que esto explica la actitud más moderada a pesar del resultado del referéndum.

Hay otro argumento importante y es que la salida de Grecia del euro afectaría más a ese país que al euro mismo. Parece que hay varias opiniones en este sentido y por ello yo creo que es parte de lo que lleva a tener una actitud más conciliadora.

Otro factor es el de tiempo. Hay una fecha que es en diez días por un vencimiento de deuda con el Banco Central Europeo. Ese incumplimiento sí puede llevar a consecuencias graves.

La situación es compleja, con muchas señales encontradas, pero lo que se ve es una posición en los fundamentales más débil de lo que parece en las declaraciones. También es claro que el tiempo se acaba. El final creo que va a ser menos ruidoso de lo que hoy nos parece. Ya veremos.

*Director general del FUNDEF

guillermozamarripa@itam.mx

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