Descanso… y capacitación

Iniciamos un periodo vacacional muy merecido (por lo menos, para mí) y a pesar de que debemos relajarnos un poco, olvidarnos de las marchas en la ciudad, las irritantes campañas electorales, así como algunos de sus resultados, y pasarla bien con nuestros seres queridos y amigos, les propongo que, como dice aquel refrán, “descansemos haciendo adobes”.

Por eso, quiero sugerirles algunas ideas para este periodo, salgan o no de sus lugares de origen:

a) Cultura. En el verano hay conciertos en las ciudades del país, obras de teatro itinerantes por muchas entidades y ferias del libro o exposiciones, tanto en la capital como en los múltiples museos que, afortunadamente, han aflorado.

b) Fiestas de pueblo. Si hay un país donde hay costumbres y tradiciones de siglos aún vigentes ése es, sin duda, México. Reconozco que soy un fanático de ir a pueblear y acudir a las fiestas patronales como hay, sobre todo, en agosto (Puebla y Tlaxcala son sólo un ejemplo). También me gusta ver imponentes ruinas precolombinas, así como edificios e iglesias que son patrimonio mundial, etcétera.

Y, por supuesto, con mesura, pero mucho gusto, éntrenle a las delicias que ofrece nuestra gastronomía. No en balde hay miles de restaurantes mexicanos exitosos en todas partes.

c) Ya entrados en el esparcimiento, no dejen de hacer ejercicio por su bien, sobre todo, en los parajes que todavía no han sido contaminados por nuestra “civilización”, como bosques, lagos, zonas semiáridas y, por supuesto, las maravillosas playas de nuestros litorales. Hay que tener cuidado de los peligros potenciales, tanto naturales (ciclones, tormentas, etcétera) como los humanos, pero ejerciendo el buen juicio se minimizarán ambos.

d) Lectura. Aunque somos un país que lee poco en comparación con otros de nivel económico similar, hay tanta oferta de libros para todos los gustos que es un desperdicio de tiempo el estar pegados a la tele o los celulares y tabletas (a menos que lean ahí) en vez de gozar y transportarse con su imaginación de la mano de un autor. Les conviene además dar el ejemplo a su familia.

e) Capacitación. Deben tener un tiempito para reforzar su conocimiento de las áreas en las que tiene fallas la empresa, buscando cursos cortos, seminarios o libros que les enseñen algo nuevo. Definitivamente, les recomiendo los títulos sobre emprendedores y empresas familiares que hemos escrito, porque deben sensibilizarse. Ya los tienen en las librerías Gandhi de todo el país. Hay mucho que aprender y el estar descansando ayuda.

f) Finalmente, usen su tiempo libre en lo más importante, que es gozar a sus familiares más cercanos, especialmente a sus hijos, pero también a sus padres y a la pareja, ya que los niños crecen muy rápido, luego ya se van y  “ni nos pelan”. Aprovéchenlos. Y, de igual manera, no olviden a los abuelos.

Hay muchas personas que no tienen la posibilidad de dejar su trabajo y salir de vacaciones, pero durante este receso pueden darse un tiempo para descansar.