¿Qué andamos haciendo tantos por allá?

La pregunta del título, nada tiene que ver con la fuga de Joaquín Guzmán Loera. En modo alguno caeré en el lugar común –propio de los análisis superficiales–, del condicional Si no hubieran ido éstos y los otros a Francia, esto no habría pasado. Falso de toda falsedad; no veo elemento alguno, por algún lado, que relacione una cosa con la otra.

Regreso a la pregunta del título la cual, sin duda, tiene méritos propios que merecen no ser confundidos con la Nota Roja. Pregunto pues: ¿Qué andan haciendo por allá, tantos funcionarios? Poco importa si son más de 400 o poco más de 200; es irrelevante si unos son secretarios, y otros funcionarios de apoyo. Todo eso, número y cualidad, no rebaja la relevancia de la pregunta. Para darnos cuenta de su importancia,  doy unos datos duros –todos oficiales–, proporcionados por la Secretaría de Economía. Veámoslos.

Tomo como referencia general, el volumen total del Comercio Exterior de México -Importaciones más Exportaciones- del año 1995 al 2014; presento porcentaje que de los totales para 1995, 2000, 2205, 2010 y 2014 representa el Comercio Total con Francia. Aquí van, en el orden cronológico descrito: 0.96, 0.54, 0.50, 0.60 y 0.68.

Nunca, desde el año 1995, es decir, en veinte años, el Comercio Total con Francia llegó al 1.0 por ciento del Comercio Total de México con el mundo. Luego entonces, ¿qué carajos andan haciendo tantos por allá?

Veamos ahora la Inversión Extranjera Directa desde el año 2000 al 2014. En estos quince años, el Monto Total Acumulado fue de poco más de $194 mil millones de dólares americanos; de ese monto, Francia sólo invirtió en México el 0.5% que representa, sólo mil 836 millones de esos mismos dólares.

En consecuencia, vuelvo a preguntar, ¿qué carajos andan haciendo tantos por allá? ¿Acaso la tarea central y prioritaria del Estado mexicano, es repartir condecoraciones y recibirlas quien lo encarna?

Como señalé aquí mismo hace unas semanas con motivo de la visita a Italia, el país que debería ser el prioritario en Europa, por el monto de su inversión  en México, es España; en esos mismo quince años, el flujo de lo invertido aquí por ese país, representó poco más del 13.0. Es decir, 26 veces más que Francia.

Se nos dice que la visita es histórica, que es un honor que cadetes mexicanos y miembros de la gendarmería encabecen el desfile de hoy pero, según las notas ya filtradas, este dudoso honor es, ni más ni menos, el dulcecito que se nos da por haber decidido adquirir 50 helicópteros militares.

De ser esto cierto, sería una frivolidad de parte nuestra y sobre todo, jugar con algo tan serio cono el papel de las Fuerzas Armadas porque, ¿acaso nuestras fuerzas armadas han demostrado en los últimos decenios, capacidad probada en conflictos militares? ¿Son muestra de alta tecnología que los coloca a la vanguardia entre los ejércitos del mundo?

¿Cuándo aprenderán nuestros gobernantes, a comportarse de manera responsable en la gobernación? ¿Acaso no entienden la perversidad de los franceses, que son capaces de todo con tal de vender el armamento que fabrican sus alicaídas industrias?

Al final, queda una pregunta sin respuesta: ¿Qué andamos haciendo, tantos, por allá?