¿Dónde quedaron las Pymes?

El gran reto seguirá siendo las empresas pequeñas y medianas, mejor conocidas como Pymes, que continuarán arrastrando esquemas deficitarios que les permitan avanzar a las grandes ligas.

No es para menos si consideramos que los rubros que se debieron fortalecer para este año, vía presupuesto, quedaron para después.

Tal es el caso de un mejor esquema para las Pymes, cuyo sector empresarial representa el 97 por ciento de los negocios, foco en el que se deberá poner mayor atención si se quiere avanzar en materia económica y competitividad. Es por ello que, pese al desarrollo de este gremio, la apertura y desintegración de dichos jugadores seguirá siendo una constante.

Gremio empresarial que este 2015 volvió a verse afectado, e incluso en muchos casos con una reconfiguración que hizo cerrar las puertas de muchos jugadores, sin que pueda romperse la estadística de que dos de cada diez pymes se diluyen a los dos años de haber nacido.

Aunado a ello, el presupuesto para este gremio es insuficiente, considerando sus necesidades. Es por ello que las acciones que tome la Secretaría de Economía, al mando de Ildefonso Guajardo, serán decisivas para que, en lo venidero, puedan establecerse alianzas que permitan la entrada de inversiones, mejores condiciones e, incluso, se establezcan estrategias de fondo.

Y es que hoy las exportaciones no están jugando a favor de tierra azteca, como tampoco el precio del petróleo y, mucho menos, el tipo de cambio. Y si desde ahora no se ponen medidas preventivas, México no podrá aspirar a tasas de crecimiento económico superiores a dos por ciento.

La competitividad no sólo se visualiza en las operaciones del sector empresarial, sino también en la mano de obra y las condiciones laborales. Y en México el tema deja mucho que desear. La pregunta que está en los pasillos es sí veremos nuevamente una crisis económica severa o no. Ello depende de las decisiones que se tomen en los rubros ya planteados. Así que habrá que monitorear los temas.

Por lo pronto, no son halagüeños los números para el 2015. La perspectiva es que la tasa de crecimiento sea de 2.5% con una generación de hasta 300 mil plazas de empleo, lo cual no refleja la recuperación que se esperaba y que se ha venido arrastrando desde hace seis años; así que la recuperación completa no se espera sino hasta finales del 2016. Claro está, si es que los siguientes movimientos en materia económica son certeros.

De acuerdo con la cúpula empresarial,  mientras al mercado interno no se le tome con mayor seriedad, será muy complejo que se tenga un crecimiento fuerte y constante.

De ahí que el 2015 será un año similar al pasado, pues igual que en 2014, han quedado pendientes temas importantes. Tal es el caso de las mejoras en la Reforma Fiscal, así como la puesta en marcha de las leyes secundarias de la Reforma Energética que, de una vez por todas, daría certeza jurídica y modificaría el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para que se pudieran liberar recursos y, así, aumentar la base gravable.

De ahí, que el sector empresarial a través del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) seguirá muy de cerca los pasos de la erogación del presupuesto del 2015, mismo que quedó muy por debajo de las expectativas, no en cuanto a monto se refiere sino en sus esquemas de distribución.