Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

24 Jul, 2015

¿Ha oído hablar del de-risking?

Desde la primera semana de este mes, los clientes de Scotiabank, que dirige Enrique Zorrilla, recibieron una llamada de sus ejecutivos indicando que, por determinación de las autoridades financieras y, de acuerdo a lo publicado en el Diario Oficial de la Federación, se tenía que cancelar las cuentas que mantenían en dólares (domiciliadas en Islas Caimán), y transferir los recursos a una cuenta en pesos, o disponer de ellos.

¿Que harán esos clientes? Probablemente, tomar los dólares y guardarlos debajo del colchón o pagar bienes y servicios en un circuito, cada vez más grande, del mercado informal de divisas.

¿Por qué lo hizo Scotia, la Cuenta Única en Dólares Americanos de Scotiabank? Por la misma razón que Citi cerró Banamex USA, por la presión que comenzaron a ejercer las agencias regulatorias de Estados Unidos a bancos canadienses, porque no había orden, regulación o publicación en el DOF de por medio.

Y mire, es una presión de inspectores estadunidenses con sus bancos para que cierren las corresponsalías, y forma parte de una política (no inscrita en ninguna ley, regulación o algo que se le parezca), llamada de-risking.

Ese concepto, que se ha traducido en la práctica en una violación flagrante a la apertura de la cuenta de capitales convenida entre México y Estados Unidos, está particularmente de moda en el Departamento del Tesoro, el OCC, el DOJ, el Fincen, la FDIC, y toda clase de agencias reguladoras.

Se supone que el tránsito de dinero a través de los canales formales, regulados y supervisados, es reconocido por los gobiernos de ambos países como legal; sin embargo, el tratamiento que tiene el flujo de dinero o los depósitos de mexicanos en cuentas en dólares, pareciera que es ilegal.

Ese trato ha ido “rompiendo” el sistema de corresponsalías bancarias, que permite regresar los dólares que llegan a México (por turismo, comercio o  remesas), y para efectos de comercio exterior, las empresas o individuos sólo pueden realizar operaciones transfronterizas en la divisa estadunidense con Bancomer, que dirige Eduardo Osuna, Santander, que lidera Marcos Martínez, y con sus limitaciones, Banamex, que encabeza Ernesto Torres Cantú, lo que ha concentrado la operación en unos cuantos, lejos de alentar competencia.

Eso es de–risking, pero, insisto, no es una Ley o regulación, ni siquiera FATCA, porque es para residentes estadunidenses con operaciones en México. Tengo entendido que el tema ha sido tratado por Luis Videgaray con el secretario del Tesoro, Jack Lew, y también por el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens,
con todo el sistema de la Reserva Federal, que se ha llevado al seno del BIS y del GAFI, porque la conducta de los inspectores de los organismos de supervisión que le comenté es, de facto, un bloqueo financiero, y un rechazo a aceptar de regreso su moneda de curso legal.

El último banco que realizaba corresponsalía era el Merchant Bank y canceló cuentas a ocho bancos en México y 20 en Panamá, y lo mismo sucede a bancos en Europa que, ante la presión negativa de operar corresponsalía en dólares, simplemente cierran las cuentas.

DE FONDOS A FONDO

Don Miguel Alemán Velasco hará la semana de Israel en México, cuando se celebre la décimo tercera edición de la Cumbre de Negocios el 25, 26 y 27 de octubre en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, pues tendrá como oradores principales al Premio Nobel Shimon Peres, dos veces primer ministro de Israel y presidente del Estado de Israel desde 2007 hasta 2014.

El panel donde se presentará el lunes 26 de octubre por la mañana, analizará los escenarios para las perspectivas económicas de México en 2016, y dicen que contestará preguntas del público. Se estima que a esta Cumbre, que atrae a cada vez más visitantes de la región latinoamericana, asistirán 800 participantes.

Dos ejemplos de escasez presupuestal y prioridad ambiental y social que deberá revisar con lupa el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Para enfrentar la contingencia que se está presentando en las playas de Cancún con el aumento extraordinario del “sargazo”, pues se tuvieron que combinar recursos del Programa de Empleo Temporal de la Semarnat, que lleva Juan José Guerra, con los exiguos recursos de Fonatur para limpiar las playas de Cancún.

Ya sabe que la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, mueve montañas, y la preocupación que ha despertado el cambio de corrientes marinas que llevaron el “sargazo” del Atlántico Central al Caribe, ha generado alarma porque son como ramas que se “comen” la playa, y si considera que Cancún es el principal destino playero del país con toda la Riviera Maya, entenderá el problema que esto representa para el país.

Evidentemente, Fonatur, que lleva Héctor Gómez, con 40 personas trabajando mil 800 horas hizo una parte, pero yo no creo que ni con los recursos de empleo temporal del Programa de Áreas Naturales Protegidas, se pueda responder con celeridad a la emergencia ambiental.

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