Enrique Castillo-Pesado

Ficción financiera

Enrique Castillo-Pesado

25 Jul, 2015

China pierde atractivo para inversionistas; sube costo de viviendas en Manhattan, Bogotá y México; misión para BM

China ya no es ese mercado en el que cientos de empresas europeas y estadunidenses desembarcan para ¿triunfar? La desaceleración económica, como pasa en Brasil, Argentina, México, Estados Unidos, España, Portugal y, sobre todo, ahora en Grecia, y el aumento de los costes laborales, unidos a las dificultades permanentes para competir con las empresas locales, están contribuyendo a un creciente pesimismo (como aquí en el país) entre las firmas que operan en la expoderosa y enigmática China. El otrora —o bueno, ¿todavía?— asiático continúa siendo un mercado prioritario para muchas firmas multinacionales, pero sus planes de expansión se ven paralizados y hasta algunas empiezan a reducir costes, incluyendo, sobre todo, recortes de plantilla.

En el complejo proceso de reformas que emprendió China, las firmas europeas sí han notado avances en la liberación del sector financiero, la política fiscal y, aún más, la campaña anticorrupción que abordó el presidente chino Xi Jinping. Un 85% de los encuestados está seguro de que el barrido de oficiales corruptos superó las expectativas. En otras áreas como el acceso al mercado o la reforma de los monopolios estatales, la decepción de los empresarios es palpable, especialmente tras casi dos años desde que el plenario anual del partido comunista prometiera que las fuerzas del mercado jugarían un papel decisivo en la economía. La falta de seguridad jurídica empaña las perspectivas de infinidad de instituciones. Hace cuatro años, 80% de las firmas confiaba en el futuro, ahora es 60%. O sea, las empresas europeas revisan minuciosamente su inversión en China ante el paro económico.

Vivienda en la Ciudad de México, la más cara del país

Grupo Bancomer asegura que la alta demanda, escasez de oferta y abaratamiento del crédito, elevan los costos de las residencias/casas/pisos. Y esta tendencia parece seguir la de metrópolis como Bogotá (Colombia), Manhattan (Nueva York, EU) y México (DF) y, por supuesto, crecen los préstamos hipotecarios. Adquirir una nueva residencia o espacio en la capital mexicana es más costoso que en cualquier otro estado de la República Mexicana (casi un 10% más). En el informe que leí relacionado con la situación inmobiliaria, revela que esta sobrevaloración propia de las grandes ciudades/capitales en el globo terráqueo responde a una alta demanda, pero muy poca oferta y escasez de suelo para construir inmuebles.

Medidos por la densidad urbana, los precios de la capital mexicana van a seguir la tendencia de Manhattan o Bogotá (en el DF, por ejemplo, Condesa, Polanco, Lomas-Virreyes, Santa Fe, Interlomas, Del Valle, etcétera), donde los límites de construcción hacen que la oferta esté limitada y los precios continúen subiendo. En general, existen muchas opciones conforme se ha ido desarrollando la actividad económica en otros estados/regiones como el Bajío o, por ejemplo, Mérida (Yucatán). Esto lo explicó Samuel Vázquez, economista senior de Bancomer. En los años previos a la crisis las condiciones de liquidez eran favorables, con una demanda garantizada a través de los institutos de vivienda. El descuento por nómina también disminuía el riesgo de impago, lo que motivó a la oferta para tener una mayor capacidad.

La reforma energética, ¿impulsaría el desarrollo de casas-habitación?

Por lo anterior, motivó la sobrevaluación, así como una diversificación de los productos, es decir, casas con mayor valor en segmentos medios, residenciales y usados, ubicadas en sitios de mayor plusvalía, a diferencia de hace varios años. Se estima que en 2016-2017, la Reforma Energética podrá impulsar el desarrollo de casas/habitación en los estados de Veracruz, Campeche, Yucatán y Tamaulipas, por lo que se espera que crezca la actividad industrial.

El futuro de la institución responsable de la Revolución Verde

Mire lector, un consorcio de 15 centros de investigación en todo el orbe, que se llama Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR) se encuentra en peligro. El Banco Mundial, uno de sus principales contribuyentes, está considerando retirar su apoyo financiero. El dinero provisto por el BM para apoyar la previsión de bienes públicos mundiales relacionados con el desarrollo nunca constituyó una gran parte de su gasto. Los cerca de 200 millones al año que destina a apoyar al CGIAR y a otros beneficiarios palidecen frente a los 35 mil millones de créditos que otorgó en 2012. El BM debe ajustar su foco para el siglo XXI. Y hasta la próxima, ¡abur!

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