¿Por qué la baja del petróleo no ha pegado tanto a los ingresos del gobierno?

Gracias al uso de diferentes instrumentos y mecanismos de gestión hacendaria, tanto financieros como fiscales, el torrente de dinero que entrará no será nada desdeñable
Economía -
Gracias al uso de diferentes instrumentos y mecanismos de gestión hacendaria, tanto financieros como fiscales, se está logrando salvar los muebles. Foto: Getty Images
Gracias al uso de diferentes instrumentos y mecanismos de gestión hacendaria, tanto financieros como fiscales, se está logrando salvar los muebles. Foto: Getty Images

CIUDAD DE MÉXICO.- En estos días de verano se trabaja, dentro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en el diseño del presupuesto más complicado de las últimas décadas. Afortunadamente, durante este 2015, gracias al uso de diferentes instrumentos y mecanismos de gestión hacendaria, tanto financieros como fiscales, se está logrando salvar los muebles. ¿Qué elementos están sosteniendo los ingresos públicos en 2015 y qué retos se presentan para 2016?

Coberturas

En primer lugar, están las coberturas petroleras que contrató el gobierno en pleno derrumbe de las cotizaciones. Este dinero todavía no ha ingresado en las arcas públicas: lo harán al final de año, cuando puedan ejecutar sus opciones “put”.

El gobierno recibirá la diferencia entre el precio promedio del barril de la mezcla para 2015 y el precio que pactó en las opciones de 76.4 dólares. El torrente de dinero que entrará no será nada desdeñable, dado que la cobertura abarca 288 millones de barriles, o algo más de 50 por ciento de la plataforma de exportación mexicana.

En lo que llevamos de año, el promedio de la mezcla ronda 50 dólares. Esto significa que por cada barril cubierto podría recibir un monto extra de 26.4 dólares, lo que puede significar un total cercano a 7,600 millones de dólares.

El segundo elemento, imprevisto, que ayudará a las finanzas públicas es el peso mexicano. Desde que empezó el año, la divisa se ha depreciado 22 por ciento respecto al tipo de cambio establecido en la Ley de Ingresos de 13.4 pesos. Por tanto, los 7,600 millones de dólares extra que se obtendrán por la cobertura no se convertirán en moneda nacional a un tipo de cambio de 13.4 pesos, sino a un tipo muy superior y que aún desconocemos, pero que podría rondar 17 pesos.

Si como mero ejercicio tomáramos ese tipo de cambio, el gobierno en vez de obtener 100,000 millones de pesos (mdp) extra en las arcas públicas, ingresaría en torno a 130,000 mdp, es decir, una ganancia de alrededor de 30,000 mdp por mera depreciación cambiaria.

Fondo de estabilización

La tercera coraza con la que contó el gobierno en 2015 fue el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios. En un principio, esos recursos se estimaban en 7,944 mdp para este año. Sin embargo, esa diferencia está más que cubierta con las ganancias cambiarias, por lo que podría resultar en un ahorro para el gobierno que muy bien podrían ser utilizados en 2016.

Gravamen a gasolinas

El cuarto elemento del blindaje se llama Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Este impuesto ha desempeñado el papel de un estabilizador automático en las finanzas públicas mexicanas: cuando el precio de la gasolina importada está por arriba de los precios de las gasolinerías, el gobierno subsidia su consumo. Cuando es a la inversa, los subsidios se convierten en ingresos para Hacienda.

Así ha sido durante este ciclo: a lo largo de muchos años, los precios del petróleo han cotizado a precios muy elevados y la Hacienda Pública ha dispuesto de abundantes ingresos petroleros.

De hecho, esos recursos permitieron al gobierno otorgar un subsidio al consumidor mexicano para que no pagara un precio excesivo por la gasolina importada a la hora de repostar.

Esa situación cambió a partir de los llamados “gasolinazos”: el gobierno fue incrementando paulatinamente el precio de los combustibles en las gasolineras con el objeto de reducir el subsidio al mismo tiempo que el precio de la gasolina importada se hundía junto con el precio del crudo.

El resultado ha sido que los precios se han dado la vuelta, que la gasolina se vende mucho más cara de lo que cuesta importarla, y el subsidio se ha convertido en un ingreso.

Pues bien, por el concepto de IEPS sobre gasolinas y diesel se recaudó, entre enero y mayo, 96,397 mdp, cuando en el mismo periodo del año pasado se pagó un subsidio de 15,064 mdp.

La cifra es sorprendente, y muestra de ello es que en sólo cinco meses el monto recaudado más que triplica el objetivo fijado en la Ley de Ingresos de 30,321 mdp para todo el año.

Ademas, el IEPS sobre productos no petroleros, como el alcohol o tabaco, se ha incrementado 14.3% a 55,336 mdp.

El resultado es que el monto total recaudado por el IEPS entre enero y mayo se eleva a 151,733 mdp, o un aumento de 355%, respecto al mismo periodo del año pasado.

Recursos cautivos

El quinto componente de protección dentro de los ingresos tributarios, junto al IEPS, es el Impuesto Sobre la Renta (ISR), cuyo comportamiento ha sido excepcional.

Los ingresos por concepto de ISR se han incrementado 28% a 571,187 mdp entre enero y mayo.

En consecuencia, en ese periodo los ingresos tributarios han crecido 32.4%, ubicándose en 1.043 billones de pesos, lo que supone un aumento de 255,194 mdp respecto al periodo de enero-mayo de 2014. De ese incremento, 49% viene explicado por el ISR (125,989 mdp) y 46% del IEPS (118,370 mdp).

Fuente de recursos

En sexto lugar, y dentro de los ingresos no tributarios, destaca el fuerte aumento de los ingresos por aprovechamientos. De enero a mayo se cumulan ingresos por este concepto de 93,527 mdp, lo que supone un crecimiento de 100%, respecto al mismo periodo del año pasado.

El comportamiento de los ingresos no petroleros, tanto tributarios (ISR e IEPS) como no tributarios (aprovechamientos) ha permitido más que contrarrestar el hundimiento de los ingresos petroleros en sus dos principales rubros, los ingresos propios de Pemex y los ingresos petroleros del gobierno federal, cuyos recursos, bajo el nuevo esquema fiscal, se concentran en las transferencias al Fondo Mexicano de Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo.

A pesos corrientes, los ingresos petroleros se han hundido 39%, lo que supone una merma de casi 200,000 mdp entre enero y mayo. Sin embargo, los ingresos no petroleros han aumentado 28% en algo más de 300,000 mdp durante ese periodo.

El resultado neto es que los ingresos presupuestarios han crecido 7.1% a 1.720 billones de pesos, lo que supone 113,573 mdp adicionales a los registrados el año pasado.

Sin embargo, y pese a todos esos contrafuertes, el déficit fiscal se ha deteriorado. El gasto público neto acumulado de enero a mayo se ha incrementado 11.8% para ubicarse en 1.909 billones. Eso supone un déficit acumulado de 188,545 mdp frente a 100,616 mdp el año pasado.

Es verdad que parte de ese agujero se tapará hacia finales de año, cuando ingresen los recursos de la cobertura.

Pero, ¿cómo harán el año que viene, cuando no se disponga de los ingresos de la cobertura, cuando la recaudación presupuestaria se vea limitada una vez que los incrementos del IEPS y el ISR han sido absorbidos y persiste el bajo crecimiento económico (considerando que el gobierno cumple su promesa de que no habrá nuevos tributos e incremento a los impuestos), cuando el gobierno tenga que reducir el déficit fiscal en otro medio punto porcentual respecto al Producto Interno Bruto (PIB), incluso cuando el costo de la deuda externa corre el riesgo de encarecerse en un contexto de volatilidad y mayores tasas de interés?

Ése será el tema de una próxima entrega.

Tips para tus finanzas personales directo en tu correo.
Al registrarme acepto los términos y condiciones

  TAGS

Taboola
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR