Marielena Vega

Estrategia de negocios

Marielena Vega

30 Jul, 2015

Mal, la política alimentaria

Resulta alarmante saber que de 2012 a 2014, la cifra de personas pobres aumentaron en poco más de 26 millones en ocho estados del país, de acuerdo con el Coneval; más aun cuando el segmento más pobre de la población destina, al menos, 52% de su gasto a comida y bebida como parte de su dieta diaria, de acuerdo con el Inegi, al mando de Eduardo Sojo.

Un nuevo impuesto al consumo final de estos productos podría impactar significativamente en las compras de este segmento social, el cual no modificó sus hábitos ni disminuyó el consumo de esos bienes, sino migró a opciones más accesibles, de baja calidad y carentes de regulaciones sanitarias, las cuales se comercializan en mercados, tiendas de abarrotes o peor aún, en la informalidad.

Por lo menos así lo dejan saber expertos académicos y directivos en el Primer Encuentro del Sector de Alimentos y Bebidas, organizado por el IPADE en conjunto con el IESE (Instituto de Estudios Superiores de la Empresa).

Por lo pronto, el canal tradicional representa en México 58% del total de los puntos de distribución donde se pueden adquirir alimentos y bebidas de este tipo.

Los tianguis en México tienen ventas de aproximadamente 306 mil millones de pesos, lo que equivale a casi la mitad de las ventas del conjunto de asociados en la ANTAD. La política relacionada a este tipo de temas y alimentación es un fracaso, pues el gasto del consumidor de alimentos y bebidas de baja calidad se incrementó casi un punto porcentual a expensas del consumo de otros productos de la canasta básica.

Las medidas impositivas representan un subsidio a la informalidad y un castigo para las empresas formales y modernas que participan en el mercado mexicano y son fuentes de trabajo. La demografía, genética, alimentación y el estilo de vida sedentario son algunos de los varios factores causantes de obesidad.

A decir de la experta Lisa Gable, de la Fundación Compromiso por un Peso Saludable (Healthy Weight Commitment Foundation), gracias a la colaboración del sector de alimentos y bebidas se logró reducir 6.4 mil millones de calorías en el mercado norteamericano al promover estilos de vida más saludables.  

Implementar medidas como el etiquetado obligatorio basado en normas internacionales e incentivar el consumo de productos saludables, así como tasar el consumo, tal y como se hace en las economías modernas, es decir, impuesto sobre el egreso y no al ingreso.

La colaboración entre la industria y los canales de distribución, así como elaborar, con apoyo del sector empresarial, una genuina Reforma Fiscal, podrían ser soluciones que contribuyan a construir una mejor y más saludable vida para los mexicanos.

GOODYEAR EN SLP

Goodyear regresa a territorio azteca, con la instalación de una planta que dio arranque en San Luis Potosí.

Con una inversión de 550 millones de dólares y la generación de mil empleos directos, una vez iniciada la producción en 2017, el director de la firma en México, Martín Rosales, estima que la fábrica será una instalación de clase mundial y estará equipada con equipos de última generación;  operada, en su mayoría, por gente de San Luis Potosí.

De ahí que sin lugar a duda es un respaldo al trabajo del gobernador, Fernando Toranzo Fernández, pero también un compromiso para que las cosas se sigan haciendo bien, en pro de la llegada de más inversión. Así que no habrá que perderlo de vista.

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