Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

1 Ago, 2015

Innovación en filantropía

En 2010, Melinda Gates, esposa de Bill Gates y copresidenta de la mayor fundación filantrópica del mundo, dio un discurso que sacudió al universo filántropo cuando señaló lo mucho que tenían que aprender las organizaciones de ayuda sin fines de lucro de una organización como Coca-Cola. Melinda contó que en sus viajes a países emergentes notó que por más remotos y marginados que fueran los lugares había presencia de la marca.

El señalamiento de Gates no fue el primero, el siglo pasado John D. Rockefeller y Carnegie destinaron buena parte de sus fortunas a la filantropía y se hablaba de la necesidad de tener criterios de eficiencia en las organizaciones. Una de las herramientas que más ha transformado al mundo de la filantropía como muchos otros es internet. En los últimos años han surgido plataformas como Kiva, que permite el otorgamiento de microcréditos sin fines de lucro. En sus diez años, kiva.org ha canalizado 703 millones de dólares a través de 870 mil préstamos realizados por un millón 286 mil prestamistas. También esta otra organización denominada Globalgiving ha canalizado 175 millones de dólares y ha fondeado 12 mil proyectos en todo el orbe.

En México ha habido muy pocas discusiones en cuanto a la eficiencia y la utilización de nuevas herramientas, el Centro Mexicano para la Filantropía se ha centrado más en la entrega de distintivos a las empresas que en promover temas con mayor sustancia más allá de las preseas. Por ello me dio mucho gusto saber de Aldo Álvarez, quien busca que la filantropía mexicana se ponga al tanto de las nuevas plataformas que le pueden ayudar a situarse en el siglo XXI. Resulta que en 2010 Aldo estuvo en Nueva York trabajando para un fondo de capital privado y quiso hacer un donativo vía internet a favor de los damnificados por el Huracán Alex, en Monterrey, Nuevo León, su sorpresa fue que no podía hacerlo y fue ahí cuando detectó una gran área de oportunidad para la filantropía mexicana, pues la mayor parte de las organizaciones de esta naturaleza no cuentan con una plataforma en internet que les permita recibir donativos.

Aldo buscó la ayuda y financiamiento de Eduardo Saverin, brasileño que cobró fama mundial al ser el cofundador de Facebook junto con Mark Zuckerberg y, por lo tanto, a convertirse en uno de los nombres más jóvenes en la lista de la revista Forbes que identifica a aquellos que tienen una fortuna de más de mil millones de dólares. El resultado del esfuerzo es Aporta.org.mx, una página de internet a través de la cual las entidades filantrópicas pueden recibir donaciones de manera sencilla y al mismo tiempo permite a aquellos que quieren ayudar a hacerlo de manera más fácil.

Aporta es una entidad sin fines de lucro actualmente se puede de leer en su página que se encuentran 74 instituciones listadas con 42 causas, 41 oportunidades de trabajo voluntario y 59 que reciben donativos en especie.

Me sorprendió que Aporta no cobra aunque se lleva 5% de comisión de la donación, parece mucho, pero resulta por debajo del punto de equilibrio para el sitio, por ejemplo de febrero a la fecha Aporta ha canalizado un millón de pesos.

Otra de las ventajas sustanciales es que permite emitir un documento de deducibilidad fiscal de manera inmediata después de que se realiza el donativo por lo que generan incentivos para que las personas físicas y morales donen. Otro componente que debería tener presencia en la filantropía mexicana es el asunto de medirse de acuerdo a la eficiencia en el traslado de beneficios a los grupos a los que buscan ayudar. Por ejemplo, hay una entidad denominada Charity Watch que tiene un listado de las entidades más eficientes y mide cuánto se eroga para captar 100 dólares, se cuentan gastos administrativos, de promoción y de personal para captar la donación. La entidad establece calificaciones por letras en donde A+ es que se emplean cuatro dólares para captar y el resto se centra en el objetivo, después viene A, luego A- hasta llegar a F, en la que están aquellas organizaciones a las que les cuesta entre 60 y 100 dólares captar 100 dólares. Al mundo filantrópico mexicano le vendría bien una medición de este tipo y sobre todo la transparencia.

 

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