Llega más inversión portuguesa en México

CIUDAD DE MÉXICO.- Ante la contracción de la economía de Portugal y la de Europa, su principal mercado desde que se adhirió a la Unión Europea, el motor externo ha sido el impulsor de la reciente recuperación, sustentada en la búsqueda de proyectos donde las empresas portuguesas ganan porque comparten con sus socios en los países donde se asientan, afirma Joào Caetano da Silva, embajador de Portugal en México.

Pero, sobre todo, la recuperación de Portugal, “ese rectángulo que plantado al lado del mar”, como lo describiría el poeta Luís Vaz Camões, se ha apoyado en una reestructuración de la economía y la modernización de sus principales empresas, incluso aquéllas que son bicentenarias, cuenta el embajador en entrevista con Excelsior.

La inversión de empresas portuguesas en México se ha incrementado en los últimos seis años, y parece que aumentará más. ¿Qué ha cambiado?

Nos estamos descubriendo los dos pueblos. Las empresas portuguesas están diversificando sus mercados tradicionales. En América Latina su mercado tradicional era Brasil, pero la crisis económica que se vivió en Europa desde 2008, y en 2010, ha impulsado el encuentro.

El 80% de las exportaciones de Portugal se destinaba a países europeos y tanto el sector privado como el gobierno de Portugal han tenido conciencia de la importancia por diversificar los mercados, así como fortalecer las relaciones políticas y diplomáticas con otros países, como México.

México ha sido una elección natural. Es el segundo mercado más grande de América Latina, con una cultura parecida a la portuguesa, con idioma parecido, una empatía natural entre los pueblos, un mercado que tiene gran potencial.

En los últimos dos años y medio los programas de reformas estructurales del gobierno de México en sectores como la energía y las telecomunicaciones y del ambicioso plan nacional de infraestructura para el sexenio, aumentó el interés en las empresas portuguesas de acercarse a México.

¿Por qué no vienen las corporaciones solas, como el caso de Mota-Engil, EDP Renovables y Galp Energía?

Es resultado de la necesidad y de su propia cultura. Muchas veces las empresas no tienen suficiente dimensión ni capacidad económica para invertir y asentarse por sí solas en grandes mercados, por eso la búsqueda de socios locales que tengan intereses y prioridades complementarias.

Se que el Ministerio de Negocios Extranjeros ha reconocido a la embajada de Portugal por sus logros en materia de diplomacia económica y promoción de negocios.

El reto era muy grande para la embajada, que es pequeña, en un país muy grande, con una relación comercial baja en relación con gran potencial que tiene para crecer.

Hemos crecido en todos los sectores no petroleros y petroleros (aunque México dejó de refinar este producto en Portugal en los últimos años) pero la balanza comercial se ha expandido (el comercio bilateral ronda los 33 mil millones de dólares y es deficitario para México hasta el mes de enero) y también han crecido significativamente las inversiones de las empresas portuguesas en México y de empresas mexicanas en Portugal.

El hecho de que el Grupo ADO haya hecho, hace pocas semanas en Portugal, la inversión más grande de un grupo empresarial mexicano en mi país, con una inversión superior a mil 200 millones de dólares, para administrar por 8 años la concesión de las dos principales empresas de transporte público de pasajeros en Lisboa, los autobuses y Metro que tiene 45 subestaciones, es algo relevante.

¿Cómo puede juntarse modernidad con la tradición?

Es una acción de necesidad; estamos en el mundo global, en la economía global, en la diplomacia global, hoy en día el mercado europeo de 500 millones de personas es un mercado mucho más abierto, más dispuesto a la concurrencia que viene de Asia y de Latinoamérica y de otras regiones del mundo, por eso se tiene que adaptar a las diferentes circunstancias.

Vista Alegre es un buen ejemplo, una empresa con cerca de 200 años de historia, que se está redimensionando, que mantiene por un lado bienes tradicionales, como las vajillas de porcelana, pero con diseños y líneas cada vez más líneas modernas, que está intentando entrar en otros sectores de negocio como la hotelería y la restauración, a donde sólo puede llegar reinventándose y compitiendo en el mercado global.

Da la impresión de que podrían las empresas EDP, GALP, Mota-Engil ser más agresivas; hay un solo proyecto de asociación con Peñoles y EDPR. Son pocos los proyectos en México, ¿no debería haber más?

Es un camino y el camino se hace caminando, como dice el poeta. Este primer proyecto es importante, estamos hablando de una empresa, que es la cuarta empresa de energía eólica más grande del mundo, con gran presencia en Estados Unidos en la energía eólica y solar.

Naturalmente, la Reforma Energética, con sus diferentes dimensiones, una de ellas también la reforma en el sector electricidad es una oportunidad para que las empresas construyan nuevos intereses y nuevos proyectos en México. Tenemos la empresa solar con el proyecto más grande de energía solar fotovoltaica de América Latina con 135 mil paneles solares y nuestra empresa petrolera GALP precalificó en Ronda Uno.

¿Cuál es su perspectiva de la relación México-Portugal en términos económicos?

Es una perspectiva positiva y optimista. La dimensión de la relación tiene todavía mucho potencial para crecer. Estamos hablando de una relación que vale hoy en día, en términos exclusivamente de comercio bilateral, 350 millones de euros al año.

¿Y de inversión?

De inversiones no se puede contabilizar porque hay muchas que no son conocidas por la embajada; por ejemplo, este sector de moldes de plástico. Tenemos varias empresas haciendo inversiones de cinco, diez millones de dólares. Aquí se conocen las de más grandes inversiones, como las del sector energético, las del sector de infraestructura o las del sector de turismo que en la costa de Nayarit se ha comprometido (Capomo con Mota-Engil).

También hay inversión de México a Portugal, como la presencia de Bimbo; pues con la compra de Panrico, tendrá dos plantas en Portugal y una inversión de 120 millones de euros.

Tenemos también la inversión de Sigma Alimentos en la parte de Campofrío. Aquí hay claramente potencial para grandes inversiones para Portugal, siempre tomando en cuenta la dimensión en el sector energético: el interés es muy grande.