David Páramo

Análisis superior

David Páramo

5 Ago, 2015

Crisis de histeria (parte II)

 

Ayer hablamos sobre los temores histéricos que tienen una gran cantidad de analistas económicos e irresponsables quienes, por interés político, desean toda clase de males al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, sin importar que esto genere más pobreza para los que dicen defender; ya ve, los populistas y los que más dicen defender a los que menos tienen son los que desean la pobreza, puesto que esa es su clientela.

Ejemplos hay muchísimos: vea Venezuela, Argentina, Brasil, Grecia. A la iniciativa privada (los capitalistas salvajes o cualquier otra etiqueta que se les pueda ocurrir) le conviene que la gente tenga dinero, porque así venden y producen más.

La “moda” ahora es hablar sobre las presiones inflacionarias derivadas de la volatilidad en el tipo de cambio y, con base en una latida o imaginación, decir que el país va de regreso a las elevadas inflaciones.

Como he sostenido en esta columna, se trata, en el menos malo de los casos, de información sin fundamento. En el peor, de una mezcla entre lo más bajo y vil que puede tener un analista.

Al cierre de junio del año pasado la inflación anualizada en México era de 4%; Perú, 3.45%; Chile, 4.30%; Colombia, 2.79%, y Brasil, 6.52 por ciento.

En México, el indicador general de precios bajó un tercio para colocarse en 2.76 por ciento. Perú subió casi una décima, a 3.54%; Chile, una décima, a 4.40%; Colombia brincó a 4.42% y en Brasil explotó a 8.89 por ciento. Los estimados oficiales de inflación al cierre del año son, respectivamente para estos países, de 2.91%, 2.20; 3.80, 4.10 y 8.40 por ciento.

Entre junio del año pasado y junio de este año la depreciación del peso peruano ha sido de 13.9%; el peso chileno, 20.5%; peso mexicano, 25.9%; real brasileño, 51.3%, y el peso colombiano, de 53.2 por ciento.

Otra vez la pregunta: ¿Cuál escalada inflacionaria?

REFORMAS

Suelen decir que la inflación no ha aumentado por la contracción económica derivada de la tóxica Reforma Fiscal. Vamos, hasta algunos ya vaticinan que el 20 de agosto se confirmará el desplome económico cuando el Inegi informe sobre el crecimiento del PIB al primer semestre.

Los datos de la ANTAD a junio muestran que durante el primer semestre las ventas crecieron a una tasa anual de 5.5%, es decir, han crecido las ventas al mayor nivel semestral en prácticamente una década.

Más allá, el lunes informó la AMIA que la venta de autos creció a una tasa anual superior a 16% al cierre de julio. La Asociación de Bancos de México señala que la tasa de créditos automotrices e hipotecarios está creciendo a tasas muy elevadas con las menores tasas de la historia.

Si realmente fuera tóxica la Reforma Fiscal y la gente estuviera disminuyendo el uso de tarjetas de crédito, ¿por qué los bancos están dando más créditos de todo tipo?

Hay quienes, otra vez sin datos duros, guiados por su parte sentimental, descalifican la Reforma Fiscal y no reconocen que una buena parte de la situación económica actual se explica por los primeros impactos de las reformas estructurales y, mucho más importante, los largos años de estabilidad económica derivados de las buenas políticas económicas.

La baja inflación ha logrado que, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo, por primera vez desde 1976, haya recuperación en los niveles salariales al cierre del primer semestre, una mezcla entre la contención de la inflación más los incrementos en salarios mínimos y contractuales que están por arriba de cuatro por ciento.

Sería bueno que dedicaran el mismo tiempo a analizar que la Reforma Financiera ha permitido los niveles más bajos de tasas de interés de los que se tenga registro histórico y una mayor competencia derivada de temas puntuales como la subrogación de créditos que liberan capacidad de pago para las personas.

La Reforma Energética ha logrado bajas de dos dígitos en las tarifas industriales, comerciales y residenciales en lo que se debe pagar. La de telecomunicaciones liberó 20 mil millones de pesos a favor de los consumidores, desapareciendo el cobro de larga distancia. La Reforma Financiera ha permitido una creciente competencia entre los bancos que ha significado menores tasas de interés, es decir, otra vez mayor capacidad de pago para las personas.

Hoy lo políticamente correcto es ser un lemming buscando el barranco... Me niego a estar en la manada.

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